TED y TEDOR: los planes de Bruselas para disparar los impuestos y elevar su gasto en defensa

La Comisión Europea da un paso más para convertirse en un Estado fiscal. Ante la negativa de los países a aportar más, Bruselas crea un mecanismo para recaudar directamente de empresas y consumidores y financiar un presupuesto de casi dos billones entre 2028 y 2034, con 131.000 millones para defensa. El truco es que los Estados evitan aparecer como responsables de más impuestos, pero aceptan que la Comisión los cobre. La factura la paga igual el ciudadano.

El plan se basa en la directiva TEDOR, mediante la cual Bruselas se quedará con el 15% de los impuestos especiales al tabaco que ya recauda cada país. Se prevén 11.200 millones al año, 78.400 en siete años. Es problemático: asignar a un producto como el tabaco la mitad de la financiación para defensa es un sinsentido. Subir impuestos reducirá el consumo o empujará a los fumadores al mercado ilícito, lo que restará ingresos y alimentará el crimen organizado.

Mientras la Política Agraria y la cohesión pierden 86.000 millones, se dispara el gasto en defensa, que se multiplica por cinco. Paradójicamente, se financia con el inestable TEDOR. La narrativa oficial habla de modernización fiscal y salud, pero es un puro afán recaudatorio. El programa EU4Health sólo tendrá 7.500 millones, frente a los 78.400 del tabaco.

Lo relevante es el precedente: Bruselas obtiene recursos fiscales propios al margen de los Parlamentos nacionales, dando un salto en la centralización del poder. Es un futuro donde los gobiernos se lavan las manos, el ciudadano paga y Bruselas se consolida como un Estado con capacidad impositiva propia.