“No es una guerra, es un exterminio”: Estado Islámico arrasa aldeas cristianas en Mozambique entre decapitaciones y fuego

Las aldeas cristianas del norte de Mozambique sufren una campaña sistemática de terror del Estado Islámico. Decenas de civiles han sido decapitados, iglesias quemadas y miles de personas forzadas a huir en lo que expertos califican de genocidio silencioso. Uno de los ataques más sangrientos ocurrió en Natocua, donde seis cristianos fueron decapitados. La provincia de Cabo Delgado ha sido arrasada por el grupo yihadista, que difunde fotografías glorificando sus ataques. La violencia se extiende a otros países como la República Democrática del Congo, donde otro grupo vinculado al ISIS asaltó una iglesia. Solo en julio, más de 46.000 personas, mayoría niños, huyeron de sus hogares. Los expertos denuncian que el objetivo es erradicar la presencia cristiana de la región y critican la omisión de la motivación religiosa de los ataques en los comunicados oficiales, lo que consideran una complicidad pasiva. El avance del extremismo islámico representa una amenaza directa a la estabilidad regional en una guerra cruel y olvidada.