Lista completa de los temores de salud de Donald Trump mientras incidentes peculiares generan preocupación

La salud de Donald Trump ha captado la atención en las últimas semanas tras una serie de apariciones públicas -y ausencias notables- que han avivado rumores sobre su posible deterioro.

Al Presidente, de 79 años, se le han visto moretones en las manos y tobillos hinchados, mientras que observadores agudos han detectado numerosos detalles durante sus salidas públicas que podrían indicar problemas de salud más serios. Sin embargo, esta misma semana, su médico emitió una actualización sobre la salud de Trump, afirmando que su edad cardíaca es aproximadamente 14 años menor que su edad real.

Se informó que Trump se sometió a un "chequeo anual rutinario" de su salud en el Centro Médico Walter Reed en Bethesda, Maryland. Su médico, el Capitán de la Marina Sean Barbabella, declaró en un memorándum de una página publicado el viernes por la noche: "El Presidente Donald J. Trump sigue gozando de una salud excepcional, exhibiendo un fuerte rendimiento cardiovascular, pulmonar, neurológico y físico."

Además del chequeo, Trump recibió una vacuna de refuerzo contra la Covid-19 y su vacuna anual contra la gripe. A pesar de esta actualización positiva de salud y de que la Casa Blanca haya abordado los rumores, incidentes peculiares han dejado a algunas personas sin convencer sobre la salud del Presidente.

Marcas en las manos

Las fotografías de las manos de Trump han sido las imágenes más notables que han desencadenado preocupaciones sobre su salud durante el mandato actual del Presidente, con marcas oscuras que han aparecido y desaparecido. Estas manchas similares a moretones han sido, en ocasiones, aparentemente ocultadas con maquillaje base, lo que ha llevado a algunos a especular que podría haber estado recibiendo tratamiento intravenoso.

No obstante, la Casa Blanca ha afirmado que los moretones fueron resultado de una combinación de "apretones de manos frecuentes" y su uso de aspirina. Una carta anterior de su médico, Barbarella, declaraba: "Esto es consistente con una irritación menor de los tejidos blandos por los apretones de manos frecuentes y el uso de aspirina, que se toma como parte de un régimen estándar de prevención cardiovascular."

El rostro ladeado de Trump

La aparición pública de Trump en un evento en honor a las víctimas del 11-S generó temores sobre la salud del Presidente, con imágenes y filmaciones dramáticas del evento en el Pentágono que mostraban su rostro ladeado hacia un lado. Una boca caída en un lado es un síntoma característico de un derrame cerebral, pero Trump parecía estar bien por lo demás cuando se tomaron las fotos.

Se fue de la ceremonia y desde entonces ha hecho varias apariciones públicas sin la misma caída, pero ha generado preocupación entre algunos observadores. Un usuario de redes sociales ansioso comentó: "Esta es la cara caída del Presidente Donald Trump. La gente está preocupada por su salud. Oramos por él."

Otro usuario comentó: "O Trump acaba de ir al dentista o ha tenido un AIT (ataque isquémico transitorio) que afecta el lado derecho de su cara. Suena muy cansado."

Trump se agarra al podio

Poco antes de que se capturaran las fotografías faciales, el Presidente estaba de pie en un podio en el escenario y daba un discurso a una multitud reunida. Pareció agarrarse y apoyarse brevemente contra el podio, aparentemente estabilizándose mientras estaba en el escenario.

Este apoyo llevó a la gente a sugerir que Trump podría haber estado "extremadamente cansado".

Los tobillos del Presidente

Durante el último año, la gente ha notado un detalle preocupante durante las apariciones públicas de Trump: los tobillos hinchados del Presidente, que parecen desbordar sus zapatos. Esta observación generó especulaciones que llegaron a la Casa Blanca, con el médico del Presidente revelando en una carta que a Trump se le ha diagnosticado insuficiencia venosa crónica, una afección común en personas mayores de 70 años.

Barbarella llegó a esta conclusión después de un "examen exhaustivo, que incluyó estudios vasculares diagnósticos", afirmando: "Se realizaron ecografías Doppler venosas de las extremidades inferiores bilaterales y revelaron insuficiencia venosa crónica, una afección benigna y común, particularmente en individuos mayores de 70 años."

Días de ausencia pública

Si bien las numerosas apariciones inusuales de Trump han generado la mayoría de las preguntas, sus ausencias también han causado preocupación. En agosto, el típicamente buscador de atención Presidente no fue visto en ningún lado durante el fin de semana del Día del Trabajo, lo que llevó a especulaciones desenfrenadas de que podría haber fallecido.

Los hashtags #trumpisdead y #whereistrump fueron tendencia en X durante el largo fin de semana, y millones sintonizaron TikToks que especulaban que podría haber tenido algún tipo de emergencia médica. Cuando el Presidente finalmente reapareció, luciendo notablemente más desgastado, se le preguntó sobre el hashtag.

Aseguró no haber oído hablar de la tendencia y luego desestimó los "informes" como "noticias falsas".

Mientras que los problemas de salud física han sido recientemente el foco de las discusiones sobre el bienestar de Trump, su agudeza mental también ha sido escrutada tras una serie de declaraciones patentemente falsas. Una de esas afirmaciones se hizo a mediados de julio cuando relató una conversación con su difunto tío, el Dr. John Trump, un ingeniero e investigador principal en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).

Aseguró que su tío le había enseñado a Ted Kaczynski, más conocido como el Unabomber. Dijo: "Yo le pregunté: '¿Qué tipo de estudiante era, tío John? Dr. John Trump.'".

"Yo le pregunté: '¿Qué tipo de estudiante?' Y entonces él dijo: 'En serio, bueno.' Dijo: 'Él corregía - iba por ahí corrigiendo a todo el mundo.' Pero no le salió demasiado bien."

Sin embargo, esta afirmación es demostrablemente falsa, ya que el Dr. Trump falleció en 1985, nueve años completos antes de que Kaczynski fuera identificado como el Unabomber. Además, Kaczynski no fue un estudiante del MIT; asistió a la Universidad de Harvard y luego a la Universidad de Michigan, donde obtuvo su doctorado.