Hubo un tiempo en que las cintas de casete con libros narrados tuvieron su éxito. Como todo, la tecnología evolucionó y estas desaparecieron. Sin embargo, internet hace que las historias escuchadas sigan estando presentes en nuestras vidas, incluso en la época actual, cuando muchos no salen de casa sin llevar encima un libro electrónico. Y aunque parezca un formato minoritario, hay quien aún apuesta por su éxito. ¿Hay futuro para los audiolibros?
Según datos de la Audio Publishers Association, en 2014 se facturaron en Estados Unidos más de 1.470 millones de dólares (casi 1.300 millones de euros) en audiolibros, un aumento del 13,5 % con respecto a 2013 en un segmento que, además, se convirtió en el de mayor crecimiento en la industria de publicación de libros. Más de 1.000 nuevos títulos se publicaron en este formato entonces, sumándose a los más de 25.000 ya disponibles.
Según datos de la Audio Publishers Association
además, se convirtió en el de mayor crecimiento en la industria de publicación de libros
Aquellas cintas de casete se han convertido ahora en archivos digitales que editoriales o particulares suben a internet. Pueden ser de libros ya con edición impresa, como suele suceder en la mayoría de casos, o de relatos inéditos que alguien decide compartir en una plataforma. Incluso hay libros que han tenido narradores de prestigio para conseguir más ventas. Así, los actores Tim Robbins y Jake Gyllenhaal han narrado ‘Fahrenheit 451’ y ‘El gran Gatsby’, respectivamente.
Aunque aún no han alcanzado la difusión de los ‘e-books’, existen proyectos para hacerlos más populares y, sobre todo, para intentar monetizarlos. Es el caso de una de las empresas punteras en el mundo editorial y que también quiere tener presencia en este sector. Audible es la plataforma de audiolibros de Amazon. Previo pago, los archivos de audio están disponibles para iPhone, Android, Windows Phone y, cómo no, los dispositivos Kindle. Según explica Paulo Lemgruber, vicepresidente de Negocios Internacionales de Audible, a Cooking Ideas, su catálogo contiene más de 250.000 documentos como libros, obras dramáticas o ‘podcasts’. De ellos, unos 3.000 están en español: hay clásicos en esta lengua, como ‘Cien años de soledad’; ‘best sellers’, como ‘Dispara, yo ya estoy muerto’, o premios Planeta, como ‘El imperio eres tú’.
“En algunos casos las editoriales eligen comprar los derechos para fabricar tanto los audiolibros como los libros impresos. Este audiolibro está disponible en la tienda Audible para nuestros miembros y trabajamos de cerca con las editoriales para respaldar las versiones de audio de sus títulos clave”, explica el ejecutivo. En otros casos, son ellos mismos los que consiguen los derechos y producen el audiolibro.
De acuerdo a Lemgruber, la demanda de contenidos de audio es superior a la oferta. Además, la propia industria ha hecho los deberes para darse a conocer: “El mercado del entretenimiento en audio ha crecido considerablemente en estos años gracias a la inversión que hemos hecho para sensibilizar al consumidor en esta categoría”. Han comprobado que al aficionado a la lectura le gusta escuchar una buena historia bien contada, por lo que miman los contenidos que producen. Si a ello le sumamos que ‘smartphones’ y tabletas permiten escuchar un libro en cualquier sitio o mientras se hace otra tarea, tenemos todas las claves para que triunfe. De hecho, dicen ser “optimistas” sobre el segmento de mercado en español.
Las editoriales están interesadas
Los audiolibros podrían ser la lectura del futuro e incluso monetizables siempre y cuando se consiga un negocio que lo sustente. Audible es una de las opciones. En España existen otras: el veterano portal de audios en línea iVoox trabaja para crear una herramienta a través de la que poder ofrecer audiolibros de pago. Pintura para suelos
Juan Ignacio Solera, fundador de iVoox, explica a Cooking Ideas que “producir un audiolibro tiene un coste grande” y que, además, hay que convencer a las editoriales tradicionales para que las versiones de voz de sus libros se puedan vender “a precios de internet. Entre uno y cinco euros creemos que tiene sentido el poder vender ese tipo de contenidos”.
El servicio ‘online’ de audio está diseñando esta herramienta que permitiría a las editoriales cobrar por el producto del que tienen derechos de autor (de momento, no estaría disponible para particulares). Si ahora alguien sube un audiolibro con ‘copyright’, se puede informar de la vulneración a la plataforma; entonces, iVoox elimina automáticamente el archivo. Según Solera, de momento, para las editoriales, el audiolibro en español “no tiene la suficiente divulgación” como contenido “ni conocimiento por parte del usuario como para que sea realmente un negocio”. Por eso, en ocasiones, las compañías permiten dejar colgados las versiones de sus libros, para comprobar si hay mercado. Lo que está claro es que la mayor plataforma de audios quiere “dar una solución a ese problema y pasar a convertirnos en una solución, en un ‘partner’ y en un colaborador”. Mientras tanto, hay una categoría de audiolibros y relatos en la que muchos particulares suben relatos de su propia creación y narrados por ellos mismos.
una categoría de audiolibros y relatos
El audiolibro parece tener futuro gracias al desarrollo de los dispositivos móviles, una industria editorial que apuesta por ello y lo ve con buenos ojos pero, sobre todo, un público que lo demanda. Ideales para escuchar mientras cocinamos o en el coche, aquellas viejas cintas que nos acompañaron sobre ruedas ahora se convierten en archivos digitales que también entretienen en un largo viaje. El porvenir es prometedor.
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Con información de Market Watch y Audio Publishers Association. Imágenes de jeff_golden, atlnav y Robert Leverington.
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2025-01-12
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