Puede que con el nivel de paro que sufrimos actualmente, muchos hayan cambiado sus maldiciones semanales por gracias al cielo al mantener su obligación de levantarse y acudir al trabajo. Pero admitámoslo: El lunes es el día más odiado por la mayor parte de la humanidad.
Ya advierto de que este post está enfocado especialmente a los emprendedores, que son los que en teoría son dueños de su destino y han elegido su trabajo, aunque se incluyen algunos consejos que serán útiles también para aquellos que no tengan más remedio que aceptar empleos que no les satisfacen en absoluto.
La idea es dejar de ver la llegada del lunes por la mañana como el momento más duro de la semana, capaz de deprimirte y tratar de convertirlo incluso en un momento deseable. Lo confieso, soy afortunado y me gustan los lunes.
1. Cambia el ciclo de la semana. Uno de los principales problemas del lunes, es que convertimos el fin de semana en un compartimiento estanco de relax o placer que se rompe abruptamente el lunes al sonar el despertador. Eso hace que nos pasemos media tarde del domingo amargados porque se acaba.
Hace años que mi ritmo de trabajo lo tengo cambiado. Sustituyo la tarde del viernes por la del domingo. Así, mi fin de semana empieza antes, pero acaba también antes. Dedico la tarde del domingo a alguna tarea relacionada con mi trabajo. Una cosa que pueda hacer on line, repasar algún informe, ese Power Point… algo “ligero” que me sirva para llegar con menos agobio al lunes porque me está esperando todo el trabajo, y al mismo tiempo difumine la frontera entre el fin de semana y el resto de los días.
Puedes dedicarlos a preparar las propuestas que presentarás el lunes, y así, si tu trabajo te gusta, tendrás ganas de que llegue el momento de enseñarlo. Y ese es otro de los trucos: haz que el lunes pase algo bueno.
2. Programa algo que te guste para los lunes. El anterior consejo necesita que tu trabajo te lo permita. Que seas dueño de tu horario y de las tareas que desempeñas. Pero cualquiera que sea tu ocupación, lo normal es que dispongas de tiempo libre todos los lunes. Al mediodía o antes y después de tu horario. En ese caso, deja para el lunes lo que te guste. Ir al gimnasio, a la biblioteca, a la peluquería, al cine… Intenta asociar los lunes a momentos de placer, de forma sistemática y rutinaria. Así los lunes serán deseables, y como en el caso de adelantar trabajo el domingo por la tarde, los cambios serán menos bruscos y traumáticos.Te recomendamos Lavandes - Mejores productos de belleza
3. Haz de tu trabajo tu forma de vida y viceversa. Al final, de lo que se trata es de intentar convertir tu trabajo en una forma de vida, no en algo que te la amargue. Pasamos la mayor parte del día dedicados a ello y si no intentamos disfrutarlo, las posibilidades de sufrir depresión serán muy altas. Está claro que ahora mismo es muy difícil elegir profesión, pero hay que intentarlo en cuanto sea posible. Si te planteas convertirte en emprendedor, hazlo en un sector que te guste porque la motivación económica no siempre funciona a la larga. La máxima de “buscar algo por lo que pagarías para dedicarte a ello cobrando” es buena. Aunque, siendo sinceros, muchos de los que han elegido su profesión también odian los lunes. Por eso el consejo es que vivan su profesión de forma activa y se planteen retos. Cursos de formación complementarios, propuestas personales que no te piden, investigar a la competencia… hay muchas cosas que puedes hacer por convertirte en un enamorado de tu profesión, y que se cuele en tu tiempo libre de forma natural, o por lo menos consideres agradable volver a ello cada lunes.
buscar algo por lo que pagarías para dedicarte a ello cobrando”
En resumen, el principal problema a la hora de levantarse un lunes, es que hemos hecho un paréntesis demasiado pronunciado a nivel físico y mental desde el viernes, y en segundo lugar, que lo que hacemos en nuestro trabajo no nos gusta. Lo primero está en tu mano cambiarlo, lo segundo, si de verdad te lo propones, tarde o temprano también. Haz que tu vida sea como tú quieres que sea, y serás feliz de vivirla cada vez que te despiertes, sea lunes, martes o jueves.
Yo no odio los lunes
Puede que con el nivel de paro que sufrimos actualmente, muchos hayan cambiado sus maldiciones semanales por gracias al cielo al mantener su obligación de lev
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2025-01-15
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