La Navidad está a la vuelta de la esquina, y con ella llegan los regalos y los buenos sentimientos. O no, vaya: a veces también tenemos que tener un detalle con ese compañero desaprensivo que nos ha tocado en la ruleta del amigo invisible o esa cuñada pejiguera para la que ningún regalo es lo bastante bueno.
Menos mal que para este tipo de situaciones siempre nos quedarán los llamados “regalos putada”, esos presentes que dibujan en la cara del receptor un rictus de atónita contrariedad. Un batín, un calzador bañado en oro o un lector de láser disc pueden ser unos simpáticos regalos putada, pero regalar un libro-putada añade elegancia al gesto y sal a la herida.
Hemos pedido a nuestro comité de sabios que nos “regalen” esos libros que no desearían ni a su peor enemigo. Son los siguientes:
El jilguero, Donna Tartt.
“Tiene 1152 páginas. Todo el mundo dice que es una de las primeras obras maestras del siglo XXI. Se lo regalaría diciéndole que me lo leí en dos noches, que es premio Pullitzer de Literatura 2014, que seguro que una persona como él lo apreciará al igual que ha hecho tanta gente inteligente. Seguro que no pasaría de la página 15 y se sentiría lo que es: un anormal y un inculto. Por cierto, el libro es un tostón y un coñazo. Yo tampoco pasé de la página 15 pero él (mi peor enemigo) no lo sabe”.
Rafael Fernandez aka Ezcritor es autor de El peor amigo del mundo, entre otros muchos clásicos de la literatura juvenil.
es autor de El peor amigo del mundo, entre otros muchos clásicos de la literatura juvenil.
Cup Cakes, Tamara Falcó
Cup Cakes
“Al carecer de enemigos -ninguno a la altura- tengo que imaginar qué crueldad me autoaplicaría. Vacilo entre Cupcakes de Tamara y La enfermedad mortal de Kierkegaard. El primero porque el cursilismo me provoca tendencias suicidas. El segundo porque es un muermo nórdico de altura que te dan ganas de tirarte del Priekestolen. Aunque esté en Noruega y Kierkegaard sea danés porque desde la sirenita no puedes tirarte ni tampoco tirártela. Y, aunque no venga al caso, si tuviera un restaurante de Kebabs lo llamaría “Kebab, kebab, kebab aquí nunca comió Kierkegaard” para nivelar el odioso monopolio de Hemingway en la industria de restauración. Y cupcakes de Tamara de postre”.
Ana García Huerta es periodista y libresentidora, no necesariamente por ese orden.
Jorge Bucay as a whole
Jorge Bucay
as a whole
“Cualquiera de Jorge Bucay. Detesto a Jorge Bucay. Me han regalado en dos ocasiones diferentes un libro de Jorge Bucay. Quiero saber qué se siente”.
David Granda, viaja por la patilla gracias a Traveler.
Paradiso. José Lezama Lima.
Paradiso
“A mí me impulsó a su lectura Cortázar en La vuelta al día en ochenta mundos, donde definió a la novela como “una ceremonia, algo que preexiste a toda lectura con fines y modos literarios…”. Es cierto, un texto bello, enigmático, que exige un esfuerzo constante por parte del lector, un tremendo coñazo, en suma. Yo he ido renegando de lo literario para volcarme en lo real, aunque sea ficción de lo real, y me parece bien mantener a mi peor enemigo despistado en el barroco. En la Asociación Cultural Juan de Mairena, que frecuentaba en mis años universitarios, elaboramos un “index prohibitorum” de libros merecedores de ser tirados al estanque del Retiro, y aunque nunca llevamos a la práctica este liberador pero feo gesto la lista iba encabezada por cualquiera de los libros de Sánchez Dragó, que además de aburridos si son autobiográficos casi seguro serán mentira”.
La vuelta al día en ochenta mundos
index prohibitorum
Guillermo Herranz es entrepreneur, fundador de Virtual Gallery y editor en sus ratos libros.
‘La Historiadora’, Elizabeth Kostova
“Cada vez que lo veo en la estantería, me dan ganas de quemarlo y colgar el video en Youtube. Gigantesco ejercicio de mercadotecnia falaz. Setecientas páginas de cagadas de mosca que lobotomizan a golpe de prosa vergonzante al pobre lector. Personajes de corta-pega, situaciones sonrojantes, trama para borderliners profundos. Hay mejor literatura en el prospecto de una caja de supositorios”.
Jaime Noguera es el culplable de ‘España, guerra zombi’.
50 sombras de Grey, E.L. James “Regalar 50 sombras de Grey a un gran amante de la literatura sí es una ofensa bastante grande. Digamos que es a la literatura lo que McDonalds a la gastronomía. Al igual que un Big Mac, la pruebas y al principio parece que te gusta, incluso puede llegar a engancharte, hasta volverse adictiva. Pero sabes que te hará daño. Y sí, algo dentro de ti muere cuando la terminas, y te arrepientes profundamente de haber perdido tiempo leyendo eso“. Noemí Rivera es periodista y novelista novel con ‘Un otoño en California’.Te recomendamos Significado de emojis
50 sombras de Grey,
50 sombras de Grey
Noemí Rivera es periodista y novelista novel con ‘Un otoño en California’.
El corazón de las mujeres, de Mariló Montero…
El corazón de las mujeres
“Su mera existencia justifica el mal y los malos deseos”.
Nati Quiró, aka Natalia Quirota, es periodista, micropoetisa y viajante de emociones.
El Señor de los Anillos, J.R.R. Tolkien
El Señor de los Anillos
“Lo leí por primera vez a los 11 o 12 años. Me gustó tanto que cuando lo acabé se me saltaron las lágrimas. Unos quince años después retomé las aventuras de Frodo con ilusión para encontrarme un libro tan mal escrito o traducido o ambas cosas a la vez que abandoné al poco. Leer este libro cuando uno es adulto con gustos medio refinados es un poco como ver un espectáculo de marionetas desde el lado del titiritero; todos los trucos quedan a la luz.”
Natalia Martín Cantero es periodista y Vividora Sencilla.
El mundo de Sofía, de Jostein Gaardner
El mundo de Sofía
“Si fuiste adolescente en los 90 y estudiabas ética en un instituto público, no hace falta que digas más: este libraco lo tienes. O mejor dicho, lo tienen tus padres en su casa, porque no es de los que te quieres llevar cuando sales del hogar familiar. No hay nada peor que esos autores que te quieren enseñar algo –filosofía en este caso; filo-SOFÍA, ¿eh?– sin que te des cuenta, como si te distrajeran mientras te ponen una inyección. Corrijo, sí lo hay peor: los que leyendo un manual pésimamente camuflado como éste creen que han aprendido algo complejo, inaprensible. Haz la prueba: busca a alguien de tu entorno que, no ya disfrutó, sino que leyó entero este libro. ¿A que es gilipollas? Si, como escribió Oscar Wilde, a los enemigos se les elige por su inteligencia, has encontrado a tu némesis idiota”.
Manu Piñón, músico, periodista y, en los ratos libres, editor de Cinemanía.
Final exit, Derek Humpry
Final exit,
“Es un manual práctico de técnicas de suicidio ¿Hace falta que lo explique?”
Luis Landeira, aka Dildo de Congost, pensador y polemista.
Por cierto, el título se lo he robado al voluntarioso Hugo Román. ¡Gracias!
Por cierto, el título se lo he robado al voluntarioso Hugo Román. ¡Gracias!
En los carteles han puesto un nombre que yo no quiero mirar:
–Cinco presuntos viajeros en el tiempo y sus posibles explicaciones
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–Franco ha Werto: las mejores pancartas de las manifestaciones
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–No diga “ensaladilla rusa”. Diga, “ensaladilla nacional”
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–Lost in translation: las traducciones más descabelladas del inglés al español
Lost in translation: las traducciones más descabelladas del inglés al español
Diez libros para regalar a tu peor enemigo
La Navidad está a la vuelta de la esquina, y con ella llegan los regalos y los buenos sentimientos. O no, vaya: a veces también tenemos que tener un detalle
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2025-01-17
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