Trump apunta a Maduro y el misil le estalla a la oposición venezolana

Parece que fue ayer, pero no. Hace cinco años, Trump parecía menos zumbado. En 2020, EEUU acusó a Nicolás Maduro de dirigir una alianza narcoterrorista y ofreció una recompensa de 15 millones de dólares por él. Sin embargo, no retiró la licencia a la petrolera Chevron para operar en Venezuela. Cinco años después, en 2025, Biden aumentó la recompensa a 25 millones. Luego, Trump la duplicó a 50 millones, desplegó destructores, marines y un submarino nuclear. Un mes antes, Chevron había recibido autorización para continuar sus operaciones con el gobierno de Maduro.

A Trump hay que reírle las gracias. Su camarilla sonríe y aplaude, pero despidieron a un general por contradecirle en un informe. Subir tanto la recompensa puede ser contraproducente, ya que un posible delator podría esperar a que suba más. Todo este show militar es muy caro y sirve para distraer del fiasco de la paz con Putin.

Biden había extendido el estatus de protección para venezolanos hasta 2026. A los 11 días de asumir, Trump lo derogó, allanando el camino para deportaciones, a pesar de que los venezolanos le habían votado masivamente.

Tras conocerse el despliegue militar, el subsecretario de Estado se apresuró a aclarar que EEUU descarta intervenir para forzar un cambio político. Incluso reprochó al pueblo venezolano por no luchar por su libertad. María Corina Machado se mostró agradecida por el enfoque, aunque sabe que es publicidad para consumo interno de los trumpistas. Ofreció que Venezuela se convertiría en el principal aliado de EEUU, una adulación similar a la de Zelenski. Para Trump, los países que luchan por su libertad son solo una posibilidad de negocio.

Un periodista exiliado pregunta qué ocurre realmente. Un politólogo, también exiliado, responde que es una ilusión, el mismo ciclo de la oposición venezolana, que es impotente para cambiar el régimen. María Corina no puede hacer más de lo que hace y no hay evidencias de una fractura interna en el gobierno. Entonces, quizás los americanos podrían actuar como el Mossad, eliminando a los jefes como en los tiempos de 'Se busca vivo o muerto'. Y rezar un Ave María por la paz, aunque los chinos se enfaden.