Oscar Wilde decía que la mejor base para un matrimonio feliz es la mutua incomprensión. Pero los psicólogos creen que cuando dos personas se conocen demasiado bien asumen demasiado conocimiento compartido y su lenguaje se vuelve peligrosamente ambiguo. Al contrario que la teoría de Oscar Wilde, este “sesgo por la cercanía en la comunicación” puede llevar a malentendidos a largo plazo, e incluso a grandes problemas de relación.
Investigadores de la Universidad de Chicago y del Williams College en Massachusetts encontraron que a menudo las parejas y los buenos amigos se comunican entre sí peor que como lo harían con extraños, ya que estos no asumen el conocimiento común que existe en la pareja y la información les llega más clara.
Según el profesor Boaz Keysar, esta cercanía puede llevar a las personas a sobreestimar lo bien que se comunican. “Su lenguaje se torna ambiguo y el cerebro se vuelve perezoso, porque no presta atención. Pero puede ser contraproducente ya que estos malentendidos pueden desembocar en problemas de relación en el futuro”, afirma.
“Su lenguaje se torna ambiguo y el cerebro se vuelve perezoso, porque no presta atención. Pero puede ser contraproducente ya que estos malentendidos pueden desembocar en problemas de relación en el futuro”
Cuando la gente se encuentra con un extraño, automáticamente tiende a proporcionar más información porque no tienen un “sesgo de proximidad” en ese encuentro. De la misma manera, los oyentes pueden asumir erróneamente que un comentario de un conocido cercano se basa en el conocimiento que los dos tienen en común, un error que el oyente no haría con un extraño.
Para probar su teoría, el profesor Keysar llevó a cabo un trabajo de campo, que de paso pudiera demostrar a su esposa que algunas de las cosas que ella piensa que son claras, no siempre lo son. Reunió a 24 parejas de casados, que se sentaron en sillas de espaldas uno a otro, mientras trataban de discernir el significado de una serie de frases ambiguas.
Los investigadores utilizaron frases comunes en las conversaciones maritales, para ver si los cónyuges eran mejores en la comprensión de las frases de sus parejas que otras personas que no les conocía de nada. En un símil muy lejano, sería como aquel programa que presentaba el fenecido Jesus Puente (“Su Media Naranja”, creo se llamaba) donde los tórtolos mostraban pizarritas con el constante resultado de su desentendimiento.
En el experimento del Profesor Keysar los cónyuges también sobreestimaron su capacidad de comunicarse; y lo hicieron más con sus compañeros que con los extraños. Otro de los investigadores, el profesor Kenneth Savitsky, lo explica muy bien: “Una mujer que le dice a su marido, ‘Parece que hace calor”, es un indicio para que suba el aire acondicionado; pero puede ser interpretado por su marido como una declaración sexual disimulada”.
“Una mujer que le dice a su marido, ‘Parece que hace calor”, es un indicio para que suba el aire acondicionado; pero puede ser interpretado por su marido como una declaración sexual disimulada”
Este ejemplo, divertido cuando menos, no hace sino plasmar que muchas parejas piensan que se encuentran en la misma onda, pero tal vez no estén tanto como ellos piensan. Porque las prisas y las preocupaciones diarias nos alejan de la perspectiva de la otra persona, precisamente porque está muy cerca.
Y también ocurre con los amigos. Un experimento similar con 60 estudiantes del Colegio Williams mostró que el fenómeno también se aplica a nuestras amistades más íntimas, replicando el modelo que se encontró para las parejas casadas.
“Nuestro problema en la comunicación con amigos y cónyuges es que vivimos una ilusión con ellos. Estar más cerca de alguien parece crear la ilusión de que lo comprendemos más de lo que realmente lo hacemos”, concluye el co-autor del estudio, el profesor Nicholas Epley.
“Nuestro problema en la comunicación con amigos y cónyuges es que vivimos una ilusión con ellos. Estar más cerca de alguien parece crear la ilusión de que lo comprendemos más de lo que realmente lo hacemos”
Vía Science Daily
Si tu cónyuge no te entiende, es que lo tienes demaSiado cerca
Oscar Wilde decía que la mejor base para un matrimonio feliz es la mutua incomprensión. Pero los psicólogos creen que cuando dos personas se conocen demasia
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2025-01-21
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