Todo es paz y tranquilidad. En un dia inmejorable, tienes el privilegio y la oportunidad de disfrutar de la libertad a bordo de tu velero. El viento sopla de poniente y la mar no está revuelta. Tu compañero de batallas, el bueno de Charles, aunque no es un marinero experimentado, puede tomar el timón durante un breve instante mientras tú, curtido en mil batallas, ajustas la vela para sacarle más partido al viento.
“La vida puede ser maravillosa”, piensas mientras caminas por la cubierta de tu barco. Apenas un vistazo al horizonte. Tu vista solo alcanza a ver agua y más agua. No hay ningún pezado de tierra a la vista. Todo es paz y tranquilidad. Tu esposa y tu pequeña preferían quedarse en la ciudad. No les gustaba tanto navegar como a ti. “No saben lo que se pierden”. Mientras tanto, intentas ajustar la vela. Pero algo va mal.
Charles, desde el timón, te llama. Regresas para tomar el control del navío. Pero, de repente, un golpe de viento y… El mástil de la vela te golpea en la cabeza y caes al agua. En mar abierto. Sin chaleco salvavidas, intentas volver a la superficie. Consigues salir a flote y tomar algo de aire, para ver como tu compañero, inexperto, no sabe qué hacer para virar el rumbo del barco e ir en tu rescate. La única posibilidad de sobrevivir es hacer ‘scroll’ con tu ratón.
Intentas aferrarte a la vida, pero el agua sumamente fría congela tus músculos y te dificulta cada movimiento. Y sigues girando la ruleta de tu ratón a más y más velocidad. Consigues resistir. Volver a flote. “Mantén la calma”, te dices a ti mismo. Pero apenas te quedan fuerzas. Al otro lado del ordenador, el tipo que te observa y que siente la angustia que padeces no puede más, está exhausto de jugar con su ratón al frustrante y claustrofóbico juego de salvar tu vida. No obstante, resistes un poco más mientras comienzan a pasar espejismos ante tus ojos. Una buzo que acude en tu ayuda. Una lancha que se ha desplazado hasta allí para ayudarte. Scroll. Scroll. Scroll…
Pero Charles no regresa. No ha conseguido girar y ya no puedes siquiera imaginar a cuantas millas se encuentra de tu posición. Toda tu vida pasa frente a ti. El rescuerdo de tu esposa, de tu hija. Ellas no quisieron acompañarte en este, tu último viaje en el mar.
Tan real como la vida misma
Acongoja, ¿verdad? Era la idea. Si el objetivo de la publicidad es concienciar al espectador de lo necesario que puede llegar a ser el producto anunciado, la agencia francesa CLMBBDO lo ha clavado. Con el fin de mostrar a todos los internautas, ya sean marineros o no, la importancia de llevar chaleco salvavidas a bordo de un barco, ha creado la campaña interactiva ‘Sorte en Mer’ para la firma Guy Cotten.
Puede que nunca hayas navegado en mar abierto, que nunca hayas experimentando la sensación de caer al agua en mitad del océano y menos aún, o eso esperamos, sin posibilidad alguna de que una mano amiga venga a rescatarte. Eso no importa. Cuando veas esta campaña, y participes en ella, no podrás evitar sentir la angustia del protagonista.
Lo único que podrás hacer para retrasar el fatídico desenlace es girar todo lo rápido que puedas la rueda del ratón. Solo así podrás echar un cable al protagonista en tan dramático momento. Mientras él maldice a su compañero Charles, tú tan solo podrás hacer ‘scroll’ a toda prisa.
En el verano de 2013, entre el 1 de junio y el 31 de agosto, se estima que 155 personas murieron ahogadas en el medio acuático. Pese a que no existen estadísticas oficiales al respecto, los datos reflejan que fueron 124 las personas que fallecieron en aguas abiertas y 31 las que perdieron la vida en las piscinas. La mayoría de ellos hombres. Tal y como le ocurrió al protagonista de esta original campaña, ninguno de ellos iba equipado con el material necesario para prevenir accidentes. Cursos gratis en Youtube
se estima que 155 personas murieron ahogadas en el medio acuático
Es común pensar que los publicistas argentinos son los grandes maestros del negocio. Que las grandes campañas, las que te atrapan y te dejan petrificado ante el televisor, tan solo pueden surgir de la mente de los creativos del otro lado del Atlántico. Pero ahora, aquí, en el Viejo Continente, los franceses nos sorprenden con esta trepidante campaña que, mantengas o no una estrecha relación con el mar, sin duda no te dejará indiferente. ¿Y ahora qué? ¿Quieres probarlo? Adelante.
Con información de Sortieenmer.com y La Voz de Galicia
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2025-01-21
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