¿Se acuerdan de aquellos anuncios de detergente de los ochenta, donde un tipo con bata blanquísima llamaba a la puerta de una señora para mirar cómo de limpias le habían quedado las enaguas? Hoy en día estos acosadores de colada vienen del futuro en forma de chica de mallas ajustadas, pero la figura del “hombre del detergente” sigue estando muy presente para los departamentos de ventas y publicidad de las multinacionales de la limpieza.
Yo siempre me pregunté…¿cómo diantres el inspector de blancura habrá descubierto la dirección de la doña que usa su producto?¿Le habrán seguido desde el súper a escondidas? ¿Habrán llamado a los timbres al azar como un cartero comercial?
La anglo-holandesa Unilever me acaba de dar la respuesta con su detergente Omo, pero en la versión actual y tecnológica del asunto. Omo, que acapara en torno al 80% de las ventas de detergente en Brasil, ha añadido un ingrediente inusual a su caja de detergente de 3 € en el país carioca: un dispositivo GPS que permite a su agencia de promociones seguir la pista de sus compradores hasta sus residencias.
Las personas que compra la caja con el GPS implantado posteriormente es sorprendido en su casa, obteniendo una cámara de vídeo de bolsillo como premio, que se utilizará para grabar la alegría de la familia por ser invitados a pasar un día de diversión al aire libre patrocinado por la marca.
La promoción, llamada “Try Something New With Omo”, está en consonancia con filosofía publicitaria de esta temporada, que se titula “La suciedad es buena”, posicionamiento que anima a los padres a dejar a sus hijos pasar un buen rato, incluso si se están revolcando en una piscina de wrestling-barro.
wrestling
La campaña Omo brasileña recupera un poco la idea de hacer una promoción donde el premio, que diría Valdano, no se busca; se encuentra. Es más, el consumidor no tiene que molestarse en mirar si ha resultado agraciado. Ya aparecerá el hombre del detergente en su puerta siguiendo las coordenadas GPS del tambor, para informar de que ha resultado campeón.
Fernando Figueiredo, presidente de la agencia Bullet, que será la encargada de mandar a los tipos en bata, afirma que el GPS se dispara en cuanto un consumidor retira el paquete de detergente del estante del supermercado. Cincuenta cajas de Omo han sido implantadas con dispositivos GPS y esparcidas por todo Brasil. El Sr. Figueiredo cuenta con equipos en 35 ciudades brasileñas, equipos listos para saltar a la acción cuando una caja se activa.
El equipo puede llegar hasta la casa del comprador “en cuestión de horas o días”. Aunque si realmente están muy cerca, “se podría llegar a la casa tan pronto como el comprador” aumentando la sorpresa del interfecto y saliendo unas imágenes más chulas. Los equipos también dispondrán de un equipo portátil que les permite ir piso por piso en edificios de apartamentos hasta que encuentren el habitáculo donde está el detergente ganador.
“en cuestión de horas o días”
“se podría llegar a la casa tan pronto como el comprador”
Sin embargo, no todo es tan fácil. Brasil tiene una tasa de criminalidad macanuda, y muchas personas no van a abrir la puerta a un desconocido por mucho que le diga que ha ganado un día pirata con sus hijos. Además, si el GPS indica una favela peligrosa, a ver quién es el listo que se introduce con el equipo audiovisual hasta la cocina. Pero la agencia Bullet no se ha bautizado así por dejarse achantar por minucias logísticas como estas.
Si el equipo sigue la pista del GPS hasta la casa de un consumidor, pero éste no los deja entrar, se puede activar un timbre remoto en la caja de detergente para que empiece a sonar y revele su verdadera identidad. ¿Y qué pasa si el equipo tarda demasiado en llegar y el consumidor ya ha abierto la caja para lavar la ropa, encontrando el dispositivo GPS (y menos detergente de lo esperado, claro)? Una nota adjunta explicará la promoción, junto a un número de teléfono para llamar e informarse quién diantres ha puesto un aparato localizador en su bolsa de la compra, saltándose a la torera algunos derechos universales de privacidad del comprador. Recordemos que no es una simple etiqueta RFID de seguimiento; ¡es un transmisor de localización GPS!
Todo el material de la experiencia acabará, indefectiblemente, en el sitio experimentealgonovo.com.br que se lanzará en agosto, donde se incluirá un mapa que muestra donde surgen los ganadores en vivo, imágenes de cada agraciado y material de archivo de los equipos de GPS dentro de las cajas, los hombres del detergente tocando puertas y los consumidores abriendo sorprendidos. Fotos Porno y actrices porno
“Cuesta más que una promoción tradicional y es más arriesgado porque nunca se ha hecho antes, pero vale la pena”, afirma el Sr. Figueiredo, que no ha dudado en gastarse un buen trozo del presupuesto de marketing global de Omo, de alrededor de 23 millones de dólares, para el asunto. “Creemos en el uso de las nuevas tecnología para marketing promocional”, concluyen desde la agencia, que ya el año pasado encontró otra curiosa forma de llegar a los consumidores mediante la tecnología: metiendo 10.000 iPods shuffles en los polos de Unilever.
“Cuesta más que una promoción tradicional y es más arriesgado porque nunca se ha hecho antes, pero vale la pena”
“Creemos en el uso de las nuevas tecnología para marketing promocional”
Un creativo de la agencia leyó en algún lado que los chiquitines de Apple resistían temperaturas bajo cero, así que congelaron 10.000 iPods, les pusieron un palito y los metieron en las cajas de ambrosías de Frigo. En aquella ocasión aumentaron las ventas un 31% con la ocurrencia, algo que esperan repetir con el caso del detergente. Mientras ninguna bata acabe, en vez de blanca, ensangrentada por tocar la puerta que no debía.
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