Los “memoriones” del siglo de oro, Los primeros piratas de la historia

 

 

 

En 1635 se estrenó en Madrid ‘La vida es sueño’, la memorable obra de teatro de Calderón de la Barca. Y lo de “memorable” lo digo en sentido literal: en pocos meses aparecieron en la Villa y Corte versiones piratas manuscritas de la tragedia protagonizada por Segismundo, para espanto del dramaturgo, que veía como su obra era pasto del “top-manta” de la época.

‘La vida es sueño’

 

Entre el público que asistía a la representación de la obra en el Corral de la Comedia había uno o más “memoriones”, licenciados que se ganaban la vida memorizando los versos que pronunciaban los actores (3.000 en el caso de ‘La vida es sueño’), transcribían la obra y luego vendían copias manuscritas de la misma, adelantándoles por el interior al impresor oficial, siempre más lento en estas lides, según me cuenta Pedro García Martín, especialista del Siglo de Oro y profesor en la Universidad Autónoma de Madrid.

Pedro García Martín

No sólo Calderón fue víctima de los memoriones sino su coetáneo Lope de Vega (que murió el año del estreno de ‘La vida es sueño’) y el mismísimo Moliére, pues el fenómeno era generalizado en Europa. Víctima además por partida doble, porque los memoriones no sólo copiaban sino que encima lo hacían mal, según protestaba el propio Lope:

“He hecho diligencias para saber de uno de estos memoriones, llamado El de la Gran Memoria, si la tenía y he hallado, leyendo sus traslados, que para un verso mío hay infinitos suyos, llenos de locuras, disparates e ignorancias, bastantes a quitar la honra y opinión al mayor ingenio”.

El de la Gran Memoria

Efectivamente, las versiones piratas que circularon de ‘La vida es sueño’ tenían 1.500 versos, los mejores, y 100, los peores, de los escritos originalmente por Calderón. “El de la Gran Memoria” no era para tanto: es como si al comprar un CD pirata (en la época que existía tal cosa, claro) hubiera una canción del original y once tarareadas por el pirata.

Los memoriones llegaron a ser tan insidiosos que más de una vez los actores en el escenario “se negaban a continuar con la representación hasta que uno o varios miembros del público, reconocidos en su calidad de memoriones, abandonaran la sala”, según el profesor García Martín. Blog sobre salud

La cita de Lope de Vega la recoge el estudioso francés Jean Canavaggio en su conferencia ‘El nacimiento de la comedia, entre historia y mito’.

El nacimiento de la comedia, entre historia y mito

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En 1635 se estrenó en Madrid ‘La vida es sueño’, la memorable obra de teatro de Calderón de la Barca. Y lo de “memorable” lo digo en sentido literal

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2025-01-23

 

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