Más de 170 científicos se plantan ante la ‘desinformación’ sobre la caza

Algunos consideran la caza regulada como una herramienta útil para controlar poblaciones y prevenir desequilibrios ecológicos. Otros la ven como una actividad cruel e insostenible que causa extinciones. Ante la desinformación y los discursos polarizados en redes sociales, más de 170 científicos piden que el debate se base en datos contrastables y no en prejuicios o creencias. Alertan de que la ciencia está perdiendo prestigio frente a estas "verdades subjetivas", lo que erosiona la confianza en el método científico. Los investigadores insisten en que su función no es tomar partido, sino proporcionar datos objetivos. Consideran crucial estudiar la caza desde perspectivas ambientales, sociológicas y económicas, con un enfoque que vincule la salud humana, animal y ambiental. Concluyen que la verdad sobre la caza no puede depender de opiniones, sino del rigor científico, para avanzar hacia una actividad sostenible y socialmente aceptada. Su objetivo es fortalecer el debate con información verificada y evitar que la desinformación dicte políticas contraproducentes.