Los tecnolócratas

 

 

 

En los últimos años del franquismo, cuando la sociedad española vivía una etapa conocida por el desarrollismo en el que poco a poco las familias entraban en eso que se llama clase media y accedían a un humilde seiscientos, una televisión o una lavadora, surgió una nueva clase de político, que sentía lejanos los principios del movimiento, y creían que había que gobernar con menos doctrina y más sentido práctico. Eran los tecnócratas.

 

desarrollismo

tecnócratas

Hoy, en otra era casi, llega una nueva clase no sé si llamarla política aunque a veces juegan a serlo, que podríamos denominar: Los Tecnolócratas.

Y quién sabe si algún día, ellos, dominarán el mundo. O si ya lo hacen. O si creen que lo hacen…

Los Tecnolócratas aún no han redactado ningún manifiesto, aunque debe faltar poco para ello. Creo que ya han participado de forma más o menos directa en alguno, en forma de libro quizá, pero eludiré citar nombres concretos y hasta romperé la netiqueta bloguera de enlazar webs o bitácoras con apellidos, para que cada uno mire a su alrededor y decida si conoce a esta casta o no. Además, no quiero que nadie se enfade, faltaría más. Este es un post con sentido del humor, aunque solo sea el mío.

Un buen Tecnolócrata tiene tres mandamientos:

  1. La tecnología es Dios. Ella decide qué está bien o qué está mal, es decir, qué se puede y qué no se puede hacer.
  2. La tecnología es el camino. Sólo se hará como antes, si no hay una forma más nueva y tecnológica de hacerlo.
  3. La tecnología nos da el poder, y nos hace libres. Cada conexión a internet, es un voto en la Tecnolocracia.

La tecnología es Dios. Ella decide qué está bien o qué está mal, es decir, qué se puede y qué no se puede hacer.

La tecnología es el camino. Sólo se hará como antes, si no hay una forma más nueva y tecnológica de hacerlo.

La tecnología nos da el poder, y nos hace libres. Cada conexión a internet, es un voto en la Tecnolocracia.

Hay un cuarto mandamiento apócrifo, que dice que si no se puede hacer en la Thermomix , o calentar en microondas, no es de comer. Pero yo creo que eso es sólo una leyenda urbana.

Thermomix

Yo que siempre he sido un poco protestón, preguntón e individualista, no suelo unirme oficialmente a ningún grupo o religión, porque no conozco ninguno en el que pueda confiar ciegamente, pero desde luego, no soy un Tecnolócrata por varias razones, por ejemplo:

La tecnología es una ayuda para hacer otras cosas, pero no pienso dejarme esclavizar por ella. Es un medio, y no un fin. Si tengo que cambiar todas mis costumbres y formas de entender la vida porque la tecnología me obliga, no es mi dios. En todo caso, mi demonio.

 

Y lo que está mal en la vida real, lo está en la vida tecnológica. Mofarse de alguien, difamarle o aprovecharse de su trabajo sin pagar por ello, está mal en la vida real. Me da igual que la tecnología lo permita. Esa no es la razón que convierte las cosas en aceptables. Fotos Porno y actrices porno

La tecnología no es el único camino. Sólo lo es si no hay otra forma. Podemos ir en coche, pero quizá sea mejor la bicicleta o el transporte público. Podemos relacionarnos en las redes sociales, pero mejor si es en casa de alguien cenando, en un cine, o por teléfono escuchando la voz. Podemos tener mil libros en un eBook, pero el olor a papel, el tacto cálido y las anotaciones en el margen de una página pueden hacer la lectura un acto litúrgico inimitable.

Y luego está eso de la libertad y la independencia. Los Tecnolócratas confían en ella para cambiar el mundo, porque lo cambiará todo. Creen sin temor a equivocarse que ya no nos pueden manipular, porque la tecnología nos conecta y nos hace libres, y cada conexión a internet es un voto directo. Aunque yo tengo mis dudas de que sea así. Porque no me imagino a un señor de Murcia, con todos los respetos porque podría haber dicho Barcelona aunque me salió Murcia, diciendo en Twitter a sus cien amigos algo así como “no nos moverán” y que sus cien amigos que están todos de acuerdo con él lo retuiteen y así hasta que se juntan miles en una calle y todos están, tecnológicamente, de acuerdo. Más bien, me creo que alguien con suficiente capacidad tecnológica, por supuesto, genera desde el anonimato básico que ofrece la turba de internet una movida. No sé, me cuesta creer en la generación espontánea sincronizada. Sincronizada, la natación. Nada.

Pero suponiendo que eso sea verdad, y yo sea obsoleto y obsolescente, no sé por que me va a representar un señor de Murcia, con perdón de nuevo, al que no conozco de nada y al que se le han retui-unido otros miles de por ejemplo Madrid, más que otro de León o de Santiago de Compostela, al que cientos de compromisarios han elegido, después de que miles de afiliados hayan elegido a esos compromisarios y que finalmente, millones de personas, obsoletas, deciden votarle con algo tan anticuado como un papel, porque los Tecnolócratas aún no han logrado que se vote por e-mail.

Quién sabe, lo mismo llega un día en que votemos con tuits, y en lugar de afiliarnos a un partido, hagamos me gusta en su facebook, y creemos el programa político en un wiki. A mí, mientras el jamón serrano se siga haciendo con cerdos, me vale.

el jamón serrano se siga haciendo con cerdos

 

Imagen Creative Commons, recortada del original de CampusPartyMexico.

CampusPartyMexico

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2024-11-02

 

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