Los hijos de Los samuráis fueron exterminados por el maquillaje de sus propias madres

 

 

 

Puede parecer una extraña paradoja que los descendientes de uno de los más temibles clanes guerreros de la antigüedad fueran envenenados por las mismas madres que les dieron la vida, sin ni siquiera éstas darse cuenta, cercenando poco a poco los linajes de una élite militar que gobernó el país durante cientos de años.

Es lo que demuestra el arqueólogo Tamiji Nakashima, de la University of Occupational and Environmental Health de Japón, que analizó los huesos de 38 niños enterrados en el Templo de Sohgenji en Kitakyushu, Japón, y los comparó con los restos de 23 adultos también enterrado en el mismo lugar.

 

Este era el templo del clan Ogasawara, un señor feudal de la zona, y los huesos enterrados en este lugar eran de integrantes de la clase samurái. Todos los huesos se colocaban en vasijas de arcilla grandes, un entierro peculiar de este estamento; debido a la costumbre, los huesos están muy bien conservados.

El estudio presenta una evidencia de grave contaminación por plomo entre los niños de las familias samuráis que vivieron en esta ciudad fortificada en el periodo Edo de Japón (1603-1868). Los investigadores afirman que el causante de este envenenamiento masivo de infantes guerreros fueron los polvos blancos faciales utilizadas por las madres lactantes, que los niños podrían haber ingerido de manera accidental mientras se amamantaban.

Los huesos se analizaron con métodos de absorción atómica y por radiografías de rayos X. Se encontró que los valores promedio de concentración de plomo en los huesos de los niños de 3 años o menos (1.241,0 mg Pb / g de hueso seco) fueron significativamente más altos (50 veces más) que los de los varones adultos (14.3 mg Pb / g de hueso seco) y mujeres (23,6 mg Pb / g de hueso seco). Los niveles de plomo en los huesos de las mujeres adultas fueron también aproximadamente el doble del de los hombres en el estudio, por lo que la leche materna presumiblemente también estaría contaminada, pasando el plomo a las nuevas generaciones con efectos catastróficos.

Durante el período Edo, los cosméticos blanqueantes faciales se hicieron muy populares, una moda que fue introducida por los actores de Kabuki y las geishas, según la literatura popular, convirtiendo la cara blanca en una especie de moda para las mujeres cortesanas.

Los polvos blancos para el rostro utilizados en aquellos días eran keifun (cloruro de mercurio) y empaku (el blanco de plomo, el principal color de la pintura al óleo). El cloruro de mercurio se importaba principalmente de China y el blanco de plomo era producido en Japón, hasta que la naturaleza tóxica de los cosméticos fue reconocida en 1923, cuando Ikutarou Hirai, el primer profesor del Departamento de Pediatría de la Universidad de Kyoto, reveló que las constantes epidemias de meningitis en los lactantes habían sido causadas, en realidad, por el plomo que contenía el polvo de la cara utilizados por sus madres.

keifun

empaku

El envenenamiento por plomo causó daños neurológicos graves a los niños, así como problemas de salud asociados tales como fatiga, calambres o la incapacidad total, hasta llegar muchos pre-samuráis a una muerte segura antes de la edad adulta. Además, la grave contaminación de los niños de la era Edo podría haber dejado con graves deficiencias intelectuales a los samuráis que lograron crecer hasta hacerse dirigentes, propiciando una época de inseguridad política grave que terminó con el período Edo y, poco después, con la cultura samurái. Juegos porno

 

Documentos históricos señalan las deficiencias intelectuales de los integrantes del Shogunato Tokugawa Iesada (1824 a 1868), el 13º y último shōgun Tokugawa de Japón, que coincidió con el principio del fin de los samuráis. Al final de esta época se fecha el primer tratado de amistad anglo-japonés que firmaron para abrir las fronteras japonesas a las potencias extranjeras, una “auténtica locura” que rompió el sakoku, su política de relaciones internacionales de siglos donde nadie, fuera extranjero o japonés, podía entrar al país, o salir de él, bajo pena de muerte.

Shogunato

sakoku

Fue entonces cuando el Emperador Meiji retomó su papel protagonista en la política del país y la figura del shōgun fue abolida para siempre.

Las concentraciones altas de plomo en los niños samuráis de la era Edo pudieron haber dejado intelectualmente incapaces a estos dirigentes para hacer frente a la crisis políticas de entonces, lo que desembocaría en la caída definitiva del shogunato.

Los autores concluyen que una clase dominante afectada por daños cerebrales por plomo no fue la mejor receta para el éxito de una estirpe, en teoría, destinada a reinar sobre los demás, pero que en la práctica fue mutilada desde la cuna por una simple cuestión de maquillaje.

El estudio, que fue publicado en el Journal of Archaeological Science, aquí

Journal of Archaeological Science

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Los hijos de Los samuráis fueron exterminados por el maquillaje de sus propias madres

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2025-01-10

 

Los hijos de Los samuráis fueron exterminados por el maquillaje de sus propias madres
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