Si las motos llevan retrovisores, ¿por qué las bicicletas no? Los espejos retrovisores no son un elemento que abunde en los manillares de la bicis. Quizá debido a que los ciclistas, a diferencia de sus compañeros de asfalto (incluyendo las motocicletas), no tienen grandes estructuras que obstaculicen el punto de vista de la parte trasera, por lo que suele bastar con un rápido giro de pescuezo para tener una panorámica segura.
Por eso un espejo retrovisor en el manillar puede que no sea tan necesario para la mayoría de los ciclistas; además con el trote y vibración de los caminos no es algo cómodo de observar, aparte que salen volando a la más mínima caída. Sin embargo, un espejo retrovisor te puede salvar la vida en un momento fatídico; aunque tan sólo sea una vez, ya estaría plenamente justificado. Y en condiciones de tráfico pesado, donde se requieren cambios de carril constantes, el conocimiento de los coches que viene por detrás suele ser esencial.
Por eso muchos han optado por colocar el retrovisor en el casco, que se mueve menos que el manillar y proporciona el mismo efecto. ¿Y los que no llevan casco? Bueno, seguro que con semejante buen pelo llevan gafas de sol, así que también hay modelos para colocar en la gafas, como este ejemplo de low-tecnology que consiste en una chapa de Coronita, con pulido espejo en su parte interior y sujeta por un alambre que conecta con las pasta de las gafas.
low-tecnology
Pero no corran a la fresquera a por la Coronita para construirlo; un espejo retrovisor montado en unas gafas no es un adminículo que todo el mundo pueda utilizar. Al igual que muchas técnicas de ciclismo, el dominio del espejo retrovisor por la patilla requiere un poco de práctica, pues aunque no molesta en tu visión frontal por su tamaño, es necesario forzar algo la vista para que sea efectivo.
Para mirar directamente hacia atrás, el espejo debe ser colocado en el extremo izquierdo, tanto como sea posible, del campo de visión del ojo izquierdo; por eso las personas con grandes peinados no les va a ir nada bien el sistema, ya que solo verán su mata de pelo. Con el fin de ver claramente, es necesario aprender a desviar la atención del ojo que no está mirando al espejo; hay que aprender a concentrarse en lo que el ojo izquierdo ve, e ignorar lo que el ojo derecho muestra.
Por esta razón, para las personas que tienen un ojo derecho más dominante, lo mejor es colocar el espejo en el lado derecho, incluso en un país donde el tráfico circula por el lado contrario. Para saber cual es el ojo dominante de cada uno basta con poner el dedo índice sobre un objeto en la distancia; cierre un ojo y luego el otro. El que centre el objeto con el dedo es el ojo dominante.
Una pequeña desventaja de estos espejos retrovisores, y del pequeño esfuerzo ocular ocasional que hay que realizar, es que no está recomendados para personas con predisposición a sufrir migrañas, ya que su uso puede ir seguido de algún que otro dolor de cabeza en este tipo de individuos.
En un hipotético choque, tampoco debe ser agradable ver la marca de Coronita directamente incrustada en la retina. Este riesgo se puede minimizar si el espejo tiene un sistema de escape en su montaje, que gira hacia arriba en vez de introducirse directamente contra la cara.
O un sistema como el incorpora el MessengerMirror, un modelo comercial que ocupa el segundo escalón de los espejos retrovisores low-cost, ya que apenas cuesta unos 4 €, muy poco en comparación con otros modelos más cuidados que no suelen bajar de los 20 €. En el caso del MessenguerMirror, en vez de un alambre pivotante se utiliza una especie de pasador de suave fieltro que permite que la estructura corra por el eje de la patilla en caso de trompazo, evitando ensartamientos oculares innecesarios.
Puede parecer un concepto, este de los espejos retrovisores en las gafas, ciertamente peligroso y poco práctico hoy en día. De hecho, una de las razones que los expertos apuntan sobre su falta de usuarios es el temor de perder un ojo en un accidente.
Pero cuando los coches eléctricos dominen el mundo, y aparezcan como por arte de magia, en completo silencio, detrás del culo de los ciclistas, muchos de los usuarios aprenderán a rezar por tener un espejo retrovisor en el casco, en las gafas o incluso en el manillar. Aunque haya que dejarse los ojos estrábicos perdidos para sobrevivir en la jungla del asfalto para entonces.
Vía Craftzine. Gracias Alvaro! Salarios y Sueldos medios 2023
Posts Relacionados
- Adivina los personajes que se esconden bajo estos peinados icónicos
- Objetivo: un millón más de ciclistas para 2015
- Un estudiante descubre el “plato perdido” de las bicicletas de montaña
- EL POST MÁS VISTO DE 2010: Un mayordomo que aparca la bici y la deja niquelada… siempre que se estacione en lugar prohibido
- Un día dentro del gran telescopio óptico Keck
Adivina los personajes que se esconden bajo estos peinados icónicos
Adivina los personajes que se esconden bajo estos peinados icónicos
Objetivo: un millón más de ciclistas para 2015
Objetivo: un millón más de ciclistas para 2015
Un estudiante descubre el “plato perdido” de las bicicletas de montaña
Un estudiante descubre el “plato perdido” de las bicicletas de montaña
Un día dentro del gran telescopio óptico Keck
Un día dentro del gran telescopio óptico Keck
Los espejos retrovisores en las bicicletas no son para todos Los peinados
Si las motos llevan retrovisores, ¿por qué las bicicletas no? Los espejos retrovisores no son un elemento que abunde en los manillares de la bicis. Quizá de
comodibujar
es
https://imagenestop.net/static/images/comodibujar-los-espejos-retrovisores-en-las-bicicletas-no-son-para-todos-los-peinados-16164-0.jpg
2024-12-26
Si crees que alguno de los contenidos (texto, imagenes o multimedia) en esta página infringe tus derechos relativos a propiedad intelectual, marcas registradas o cualquier otro de tus derechos, por favor ponte en contacto con nosotros en el mail [email protected] y retiraremos este contenido inmediatamente