El mundo está invadido por bigotudos monstruos de colores que quieren acabar con las reservas de agua y comida. Tú, que eres tan solo un niño en un cruel paisaje similar al de Angry Birds, te montas en un portentoso, oscuro y rollizo engendro para luchar contra el hambre del planeta saltando para evitar obstáculos y golpeando, aniquilando y descuartizando a tus enemigos.
Este es la misión que te propone Hunger Crunch, un juego disponible para Android y ordenador, creado con el fin de concienciar sobre el problema del hambre en el mundo de una forma divertida. Al mismo tiempo, el juego recauda fondos para llevar alimentas a niños necesitados de ocho países del mundo a través de la ONG estadounidense Rice Bowls.
Como en cualquier juego, tendrás que ir superando diferentes niveles con la ayuda de un amigo – en este caso tu desagradable e inseparable mascota Beasty – consiguiendo dulces caramelos que te permitirán pasar de pantalla. Puedes recolectarlos si tu particular combate contra el hambre y sus secuaces se te da muy bien, o puedes pagar: si lo necesitas, puedes adquirir esas dulces monedas con dinero real (0,99 dólares, menos de un euro) o comprar poderes especiales para Beasty.
La ‘app’ también te permite adquirir el ‘merchandising’ de Hunger Crunch, con su original logo formado por una cuchara, un cuchillo y un tenedor, así como donar la cantidad que prefieras a través de la web de la ONG si te han entrado ganas de ayudar al mundo real mientras cazabas a los ladrones de comida en la ficción. Según Rice Bowls, con una donación de 7 dólares (6 euros y medio) se puede asegurar la alimentación de un niño durante una semana.
“Nos gusta la idea de que haya niños que piensen que pueden ayudar con nuestro juego. El 100% de los ingresos se destina a la lucha contra el hambre en el mundo. Los padres pueden sentirse bien al saber que sus hijos estén gastando el dinero en este juego“, explica Bryan Martin, diseñador y miembro de la organización, a Experiensense.
Rice Bowls quiere que los usuarios experimenten con otra forma de ayudar a los más necesitados. “Lo ideal sería que el jugador vea el hambre, los monstruos y sus esbirros como algo enloquecedor, diabólico e imparable“, añade Martin.
Aunque la estética del juego es infantil, este diseñador nos cuenta que en realidad está dirigido a todos los públicos. Simplemente, han querido convertirlo en un entretenimiento para que pueda llegar a más gente, en lugar de tratar el problema del hambre del mundo desde una perspectiva seria. Al fin y al cabo, a todos nos resulta más sencillo conseguir vidas virtuales que pensar en las 805 millones de personas que no tienen acceso a una nutrición adecuada en todo el mundo.
Pero, ¿por qué escoger a un monstruo negro como protagonista de este curioso videojuego? La respuesta es fácil: pese a su aspecto, Beasty esconde un gran corazón. “Es una especie de mezcla entre ‘bulldog’ inglés, el jugador de fútbol americano Brett Keisel, por su barba y su fuerza imparable, y un pez globo“, nos explica Martin.
No sabemos qué opinará el hasta hace unos días jugador de los Pittsburgh Steelers sobre su participación indirecta en este juego, o qué pensará de que sus diseñadores le hayan puesto colmillos, pero al menos la idea de esta organización humanitaria es original. ¿Quién quiere ser Mario Bros y disponer del dulce Yoshi pudiendo tener a este fantástico animal como aliado? “Beasty es un tipo duro, pero le encanta la diversión. Si tratas de acabar con el hambre en el mundo, pensamos que sería bueno tener un gran amigo como él para hacerlo“, detalla Bryan Martin. Viajes y turismo
La idea de convertir esa ayuda en un juego partió de Dodd Caldwell, el presidente de Rice Bowls, una ONG que desde su nacimiento en los años 80 en Carolina del Sur ha tratado de ayudar a la alimentación de los niños de otros países. Caldwell creyó que Hunger Crunch era una forma amable de convencer a los más pequeños de la importancia de ser caritativo. Por eso decidió crear una ‘app’, una de las mejores formas de promocionarse en el siglo XX.
Bryan Martin nos explica que los fondos que se recauden con el juego se destinarán a la alimentación de niños de ocho países (Haití, Honduras, Nicaragua, Ruanda, Etiopía, Sudáfrica, India y Filipinas) a través de los hogares con los que colabora la organización. “Nuestro juego se ha propuesto asegurar que cada niño esté alimentado con tres comidas al día”.
Solo en India, esta organización trabaja con 39 hogares. “Es uno de nuestros lugares favoritos porque los niños son muy alegres y aprecian sus nuevas vidas. Trabajan duro en la escuela y buscan futuros brillantes”, defiende este diseñador de ‘apps’ con ganas de cambiar el planeta.
Las imágenes de este artículo son propiedad de Hunger Crunch
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2025-01-17

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