Handyman: un “manitas” para asuntos delicados

 

 

 

La capacidad de los robots submarinos para manipular patatas calientes (por donde mana crudo a chorros) está siendo puesta en tela de juicio en el Golfo de México. Parece que los futuristas mecanismos tele-manipulados por los ingenieros no pueden hacerse cargo de la tarea de cerrar la fuga por sus propios medios.

Igual estos mismos ingenieros deberían volver la vista atrás y recordar con añoranza el teléfono de Handyman, el considerado primer brazo (o par de brazos) robótico realmente funcional de la historia y capaz de enfrentarse a tareas de alto calado.

Handyman se construyó entre 1958-59 en Schnetectady, Nueva York, para el Programa de Aviones de Propulsión Nuclear de la AEC-USAF. La idea surgió nueve años antes, cuando la General Electric Co. necesitaba un mecanismos manipulador capaz de tratar con delicadeza al material atómico y así prestar asistencia a las aeronaves, con una destreza teórica capaz de apretar tornillos, ajustar y montar piezas sensibles.

 

Se le pidió a Ralph Mosher, un ingeniero mecánico de General Electric, que tratara de diseñar un sistema de fabricación asistida o manipulador remoto para realizar estas tareas.

El aspecto puede parecer, después de 50 años, algo rudimentario, pero el diseño de pivotes en cada dedo fue totalmente innovador en su intento de replicar la estructura de la mano del hombre. Una mano humana se compone de una serie de enlaces rígidos (huesos y músculos) conectados por las articulaciones. En total contamos con cuatro grados de libertad en cada dedo, lo que nos da una enorme flexibilidad para los movimientos complejos.

Los dedos de este primigenio CAM (Cybernetic Anthropomorphous Machine) habían logrado hasta tres grados de libertad; pero para desgracia de Mosher, seguía siendo una mano extremadamente torpe, capaz de estrujar un detonador nuclear con su manera indiscriminada de coger las cosas.

Cybernetic Anthropomorphous Machine

“Me empecé a preguntar, después de un cierto punto en mejoras de destreza mecánica, por qué un ser humano es tan eficiente y un robot esclavo tan torpe. Pronto fue evidente que al operario que manipulaba al robot le falta algo fundamental en su experiencia sensitiva: el tacto”

“Me empecé a preguntar, después de un cierto punto en mejoras de destreza mecánica, por qué un ser humano es tan eficiente y un robot esclavo tan torpe. Pronto fue evidente que al operario que manipulaba al robot le falta algo fundamental en su experiencia sensitiva: el tacto”

Mosher jugó con varios métodos para dotar del sentido del tacto al operador-manipulador, incluido obligarle a meter su brazo en el interior del aparato como una marioneta, antes de que cayera en la opción de la retroalimentación de fuerza. La idea en sí no era nueva; la dirección asistida, por ejemplo, se había hecho popular en la década de 1950 y utiliza el mismo principio.

Pero nadie había aplicado la dirección asistida a un robot esclavo de alto rendimiento nuclear.

Así, después de 9 meses, Mosher parió a Handyman, un par de brazos robóticos con las manos lo suficientemente sensibles como para coger huevos sin romperlos, pero lo suficientemente fuertes como para aplastar pelotas de golf y convertirlas en arenilla; y tan hábil como para encender un fósforo y dar fuego al puro de su creador. El robot demostró ser la más efectiva vinculación del hombre y la máquina jamás construida.

 

Para manejarlo, el Dr. Ralph Moser se convirtió en una suerte de Dr. Octopus, enfundándose uno de los primeros exo-esqueletos de control de los que se tienen noticia. Con el movimiento de sus manos y brazos Ralph Moser transmitía al “Manitas” su actividad y la capacidad de sentir el tacto de, incluso, un hula-hop girando entre sus manos.

Como se puede observar, el equipo electrónico era abultado y demasiado complejo para ser práctico más allá de las presentaciones ante los jefes militares. Además, el coste de los mecanismos, de los servomotores y de los bastidores eran prohibitivos para cualquier cosa que se saliera de los proyectos especializados de investigación.

Sin embargo, junto a la industria nuclear, a lo largo de los años sesenta, la industria submarina comenzó a interesarse por el uso de este tele-manipulador. General Electric puso a Handyman a trabajar, para coger experiencia, en sus propias plantas para ver si se adaptaba en seco antes de meterlo bajo el agua.

Sin embargo, su complejidad y el coste de las reparaciones vetó los planes para el desarrollo final del prototipo. Fotos Porno y actrices porno

Una pena, de la que algunos ingenieros de BP se acordarán en un día que brilla más que el sol, el Corpus Christi, jornada de recogimiento y fe en el ser humano, que conmemora el milagro por el cual al romper la hostia consagrada…brotó la sangre.

Fuente: Handyman to hardyman, de Ralph S. Mosher.

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Handyman to hardyman

Handyman to hardyman

, de Ralph S. Mosher.

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