Al igual que en la vida real, podemos encontrar todo tipo de fauna entre nuestros amigos de Facebook. Una red social sin reglas más allá de las del propio sentido común, y que cada cual utiliza como le viene en gana. ¡Faltaría más! Por eso, si nos ponemos a analizar a la gente de Facebook, podemos encontrar una amplia variedad de tipos de usuarios.
¿Qué tipo de usuario eres tú? Aunque por lo general tendemos a ser un poco de todo y es difícil encasillarnos, seguro que conoces a gente que encaja a la perfección en alguno de los perfiles de esta clasificación de la fauna facebookiana.
El exhibicionista
Un impulso irrefrenable hace que este usuario sienta la imperiosa necesidad de contar todos los pormenores de su cotidianeidad: lo pronto que se ha despertado, lo que ha almorzado, que se encuentra en un atasco, la foto de su vecina colgando la ropa, la foto de sus nuevas zapatillas de correr, la peli que está viendo… Ello hace que los exhibicionistas puedan llegar a ser bastante cansinos e inunden tu timeline con su densa presencia, aunque en ocasiones puede ser muy interesante. Son personas que sin haberlas conocido jamás, puedes llegar a saber perfectamente cómo son y cómo es su vida.
Padres o madres llenos de orgullo
Estas personas con descendencia se comportan igual que los exhibicionistas. Desbordados por el orgullo hacia sus hijos, especialmente cuando son recientes, inundan sus muros y álbumes de fotos con material de todo tipo sobre sus retoños. Publican millares de fotos, con total despreocupación (es un tema muy delicado), mostrando al mundo a sus hijos para que los adoren. Anuncian todos los pormenores del desarrollo de sus hijos: enfermedades, vacunas, logros, progreso escolar… Y sus amigos de Facebook son testigos del crecimiento de la adorable criatura.
El mirón o cotilla
El que se abre una cuenta de Facebook no por interés, sino por ver qué hacen los demás. Este usuario rara vez actualiza su estado, comparte contenidos o sube fotos. Pero está ahí, observando desde la sombra lo que haces, navegando por Facebook y viendo qué fue de los compañeros de instituto, si el guaperas de clase sigue siendo un ligón o si ha echado barriga y se está quedando calvo como los demás; viendo las fotos de vacaciones de su jefe e indagando en los perfiles de sus hijos, buscando las edades exactas de gente que conoce, analizando a las parejas de sus amigos, leyendo las conversaciones que se crean al hilo de la foto súper sexy que ha subido su amiga Bea… Todo eso mientras se maravilla de las múltiples oportunidades espiatorias que ofrece la red social.
El fiestas
Estos perfiles suelen ser los más divertidos. Se trata de usuarios que parecen estar viviendo una fiesta constante. No hay foto en su álbum en la que no salga de juerga y con un vaso en la mano en algún local al resguardo de la noche. La mayoría de sus actualizaciones de estado suelen asociarse al alterne nocturno, y hasta en algunos casos, con evidentes signos de la más sucia de todas las borracheras, que suelen quedar plasmadas en las fotos en las que es etiquetado, pero parece no importarle. Este uso de las redes sociales es perfectamente adecuado si tu círculo social-digital se circunscribe a tu grupo de amigos más cercanos, no en cambio si entre tus contactos de Facebook también tienes a familiares o compañeros de trabajo -o incuso al jefe- y mucho menos si es un perfil abierto a todo el ciberespacio.
El amigo de todos
Es una especie de coleccionista de personas. Tiene más de 1.000 amigos y cada semana añade unos pocos más: gente que conoce, amigos de amigos con los que alguna vez ha coincidido, el frutero, la panadera, gente del pueblo, el hermano de algún compañero de trabajo o, simplemente, gente que no conoce de nada pero que le ha parecido interesante añadir a su colección. Paradójicamente, esta gente no suele interactuar mucho con sus amigos virtuales, especialmente con aquellos desconocidos que añadió a la colección. Si ya es difícil gestionar una lista de más de 150 amigos, imagináoslo multiplicado por diez. Mejores Alfombras de Hidromasajes
La sicalíptica
¿Qué se puede decir de estas chicas que no sepamos ya? Se caracterizan por petar los servidores de Facebook con miles de fotos de ellas mismas luciendo poco más que ropa muy reducida o anecdótica y subrayando su lozanía y voluptuosidad gritando un silencioso pero más que evidente “eh, miradme, ¿os pongo brutotes, eh? En sus actualizaciones de estado destacan las lamentaciones por desamor o carencia de afecto como herramienta para llamar la atención, aunque también se alternan frases alegres con muchos signos de exclamación y vocales alargadas hasta casi el infinito y moralejas de todo tipo.
Los machitos
Es la versión masculina de las guarrillas. En su álbum de fotos abundan imágenes de ellos mismos frente al espejo y sin camiseta, en mil y un posturas y luciendo cuerpo. Se quieren mucho a sí mismos, suelen tender a la prepotencia y principalmente interactúan con mujeres. Aunque les gusta compartir imágenes con frases filosóficas y muy profundas sobre el destino, la amistad, el amor o la sociedad, en el fondo les cuesta aplicarlas a su quehacer diario.
El activista
Este tipo de usuario quiere cambiar el mundo a toda costa. Su muro está plagado de noticias que ponen al descubierto la grave situación político-social en la que vivimos, está enganchado a Change.org y quiere que sus demás amigos también sean consientes de lo mal que viven los oso polares del Ártico, lo corrupta que está la sociedad o los graves perjuicios que acarrea un consumo excesivo de carne. Además, te envía constantes invitaciones a manifestaciones y movimientos sociales anti-injusticias.
El brasas o acosador
El brasas es como ese amigo que en la vida real nunca se despega de ti. En Facebook, se caracteriza por dar a “me gusta” a todas las fotos que subes o en las que sales, comenta casi todos tus estados o te habla cada vez que te ve activo en el chat. Aunque en algunos casos puede llegar a convertirse en un acoso muy preocupante. Podría asociarse a cierto grado de idolatría y en casos de sexos opuesto, está claro se trataría de un evidente signo atracción.
El penas
Su vida es una eterna desgracia -o eso es lo que transmite al menos-, una seguida de infortunios que no tiene reparos en compartir con el mundo, a modo de desahogo (porque es más barato que un psicólogo) o llamada de atención. Igual que en la vida real. La mayor parte de su actividad social-digital consiste en quejarse y lamentarse de lo que le rodea: desde lo familiar, hasta su pésima experiencia con productos y servicios adquiridos; pero, sobre todo, la peor parte se la llevan el trabajo o los estudios. Estas personas pueden llegar a absorberte todo el buen rolo que fluye por tus venas.
Noemí Rivera espía los usuarios de Facebook desde la talaya de Zumo de Naranjas Muntantes.
Noemí Rivera espía los usuarios de Facebook desde la talaya de Zumo de Naranjas Muntantes.
Fauna de facebook: guía de los perfiles y comportamientos más comunes de la red social
Al igual que en la vida real, podemos encontrar todo tipo de fauna entre nuestros amigos de Facebook. Una red social sin reglas más allá de las del propio se
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2025-01-20
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