La vida hace extraños compañeros de cama. O de viaje. Y es que uno no se imagina al gran Samuel Beckett, admirado poeta y escritor irlandés ganador del Nobel, discípulo de Joyce y autor, entre otras muchas obras, de “Esperando a Godot”, trabando amistad con nada menos que con… André el Gigante.
Así es: el enorme luchador de wrestling y actor, al que todos recordamos de “La princesa prometida”, era un conocido habitual del premiado novelista. Durante la década de los 60, ambos vivían puerta con puerta en el condado francés de Ussy-sur-Marne, donde Beckett había comprado un terrenito.
André por entonces no era sino un niño, pero su ya enorme tamaño le causaba todo tipo de inconvenientes.
El tamaño del joven André René Roussimoff ya en sus años mozos era muy superior al del resto de niños de su edad. Con 12 años ya medía 1’92 y pesaba 110 kilos. El niño padecía acromegalia, lo que le causaba un desproporcionado y constante crecimiento. Y muchos problemas.
A esa edad ya era demasiado grande para encajar en los asientos del autobús escolar (acondicionado para jóvenes ocupantes de estatura mucho menor) que debía llevarle al colegio y traerle a casa cada día. Por si fuera poco, sus padres no tenían un vehículo propio, con lo cual la situación se complicaba bastante. Mejores Opiniones y reviews
Por suerte, su vecino escritor tenía muy buena relación con su padre, Boris Roussimoff. Éste había ayudado a Beckket a acondicionar su parcela, y ambos tenían un trato más que cordial. Los dos gustaban de pasar alguna tarde jugando a las cartas y hablando de cricket.
Viendo los problemas del hijo de Boris, Beckket accedió a ocuparse de su transporte, recogiéndole cada día en un pequeño camión que el escritor había comprado para su uso en el campo.
André siempre estuvo agradecido con la amabilidad del laureado literato. Cuando le llegó la fama, no dudaba en contar la historia a sus entrevistadores y compañeros de profesión. Eso sí: siempre mencionaba que Beckett nunca hablaba de su propia carrera y se limitaba a…hablar del dichoso cricket.
El futuro luchador no tardó mucho en dejar las clases. Por suerte, cuando consiguió la fama en el ring, pudo pagarse un coche propio, un Lincon Continental modificado para acoger su enorme tamaño: ¡nuestro amiguete conducía directamente desde el asiento de atrás!
¿Montarían en él Billy Cristal o Cary Elwes, sus compañeros en la famosa película? Seguro que sí.
Fuentes: Manvsclown y Wikipedia
Esperando a andré: cuando samuel beckett llevaba al cole al gigante de la princesa prometida
La vida hace extraños compañeros de cama. O de viaje. Y es que uno no se imagina al gran Samuel Beckett, admirado poeta y escritor irlandés ganador del Nobe
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2025-01-03
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