Emprendedor, la que te espera

 

 

 

Es buen momento emprender cuando otros lo dejan

La situación actual puede que mueva a muchos a emprender su propio negocio, o su trabajo de forma independiente. No es lo ideal, pero es una buena opción cuando no encuentras quien lo haga por ti. Yo lo hice en 1994, en la anterior crisis, esa que ya habíamos olvidado en la que también llegamos al 20% de paro y el cierre de empresas dejó de ser noticia. No encontraba trabajo, y lo creé para mí mismo. Insisto, no creo que sea lo ideal, pero aún sigo en ello, con las evoluciones necesarias, cambios de socios y de orientación pertinentes.

Digo que no es lo ideal, porque lo perfecto es que se haga sin más condicionante que la ilusión por crear algo nuevo o tener algo propio. Es como casarse. No puedes hacerlo porque no te queda más remedio o de penalty. Hay que estar enamorado y saber que le vas a dedicar tantos esfuerzos como alegrías vas a recibir. Pero aunque los divorcios existen y aumentan, no dejamos de casarnos. Y tampoco dejamos de emprender nuevas aventuras empresariales cada día.

 

Muchos piensan que tal y como está el patio, no es el momento más adecuado para lanzarse. Pero yo creo que nunca habrá un mejor momento como éste para empezar un proyecto. ¿Quieres saber la que te espera?

Montar un negocio, no es convertirte en jefe y hacerte millonario. Eso ocurre muy pocas veces a la primera, y sólo si has contado con un apoyo firme de un inversor externo que aporte el capital suficiente para que tú puedas gastarlo. Si es así, entonces tampoco eres muy jefe de verdad, porque aunque seas CEO o tengas todas las letras del abecedario en tu tarjeta de visita, tarde o temprano le rendirás cuentas de dónde está su dinero.

Y si el dinero es tuyo, cuando veas todos los agujeros por el que se va cada día, te darás cuenta de que más te vale reservar para el futuro que gastarlo hoy. Porque ya no ganarás algo cada mes, lo gastarás. Es decir, invertirás un dinero que ya tenías (el capital inicial) en la expectativa de que genere más.

Y lo de jefe, no voy a entrar en mucho debate, pero si la empresa es pequeña y tienes lo más habitual, que es entre cinco y diez empleados, es muy probable que descubras que trabajas para ellos, y no al revés. Porque por ejemplo, ellos se podrán marchar en cualquier momento y tú no los podrás despedir. Al menos, en igualdad de condiciones.

Ese ha sido un resumen rápido de lo malo, además de las noches que pasarás sin dormir sobre todo al principio, como con cualquier bebé, o que serás considerado loco por tu familia y amigos, como decía Guy Kawasaki. Pero también hay enormes ventajas en la situación actual que te tienen que animar a hacerlo. Nunca las ha habido iguales:

decía Guy Kawasaki

  1. Los mejores profesionales están disponibles. Es la perversa consecuencia de tanto paro. Ellos no están desempleados porque no sepan hacer su trabajo, así que encontrar a un buen especialista en casi cualquier disciplina nunca ha sido tan fácil, y siento decirlo, tan barato. Antes tenías que ofrecer un sueldo mayor para atraer a un buen experto. Ahora, si prefiere quedarse en su casa, es la mejor razón para descartarlo. Y no digo que te aproveches de ello, por supuesto, para explotar a nadie.
  2. El teletrabajo es una realidad. La tecnología ya sí que permite trabajar a distancia. Internet tiene velocidad suficiente y servicios geniales en la nube, como para que puedas trabajar en cualquier sitio. No necesitarás una oficina tan grande, ni para ti, ni para la mayoría de tus empleados o colaboradores porque podrás trabajar con ellos vía skype, por ejemplo. Y esto, no es una utopía. Es lo que yo hago. Un ahorro de costes por todos lados, y otra vez, posibilidad de contar con más y mejores profesionales.
  3. El mejor escenario de publicidad. Si, si. Ni ha muerto la publicidad ni la crisis te perjudica. Al contrario. Nunca ha sido tan fácil y barato anunciarte y captar clientes. Puedes usar medios tradicionales, que en la crisis han rebajado tarifas y condiciones como siempre, o puedes hacer publicidad en internet, con unos ratios de respuesta y coste más que interesantes y asequibles para casi cualquiera. Lo que te costará empezar en Google Adwords un mes no te daría ni para un día en otro medio. Y pagarás sólo por las respuestas, lo que siempre han deseado los clientes.
  4. Tus clientes venderán por ti. Igual que la publicidad es más rentable que nunca, ahora hay medios que no existían, casi gratis, a tu alcance. El famoso social media te permitirá, con más horas de trabajo que presupuesto, conseguir que tus clientes satisfechos te recomienden y te lleven nuevos clientes.
  5. Hay menos competencia. Otro de los efectos paradójicos de la crisis. Muchos negocios han cerrado por falta de financiación, o por mala gestión de la crisis, o por muchas razones que no necesariamente suponen que no haya mercado o clientes potenciales. Alguien que llega de nuevas, con ganas, ilusión, ideas diferentes y capital inicial, puede aprovecharse de la situación, y ocupar el hueco de mercado que ha dejado otro. Además de aprovechar los nuevos negocios que ahora son más necesarios, como los comercios de segunda mano, los talleres de reparación, y esas cosas que necesitamos cuando no podemos comprar algo nuevo más caro. Donde hay un problema, hay una oportunidad.

Los mejores profesionales están disponibles. Es la perversa consecuencia de tanto paro. Ellos no están desempleados porque no sepan hacer su trabajo, así que encontrar a un buen especialista en casi cualquier disciplina nunca ha sido tan fácil, y siento decirlo, tan barato. Antes tenías que ofrecer un sueldo mayor para atraer a un buen experto. Ahora, si prefiere quedarse en su casa, es la mejor razón para descartarlo. Y no digo que te aproveches de ello, por supuesto, para explotar a nadie. Curiosidades y tops de internet

 

El teletrabajo es una realidad. La tecnología ya sí que permite trabajar a distancia. Internet tiene velocidad suficiente y servicios geniales en la nube, como para que puedas trabajar en cualquier sitio. No necesitarás una oficina tan grande, ni para ti, ni para la mayoría de tus empleados o colaboradores porque podrás trabajar con ellos vía skype, por ejemplo. Y esto, no es una utopía. Es lo que yo hago. Un ahorro de costes por todos lados, y otra vez, posibilidad de contar con más y mejores profesionales.

El mejor escenario de publicidad. Si, si. Ni ha muerto la publicidad ni la crisis te perjudica. Al contrario. Nunca ha sido tan fácil y barato anunciarte y captar clientes. Puedes usar medios tradicionales, que en la crisis han rebajado tarifas y condiciones como siempre, o puedes hacer publicidad en internet, con unos ratios de respuesta y coste más que interesantes y asequibles para casi cualquiera. Lo que te costará empezar en Google Adwords un mes no te daría ni para un día en otro medio. Y pagarás sólo por las respuestas, lo que siempre han deseado los clientes.

Tus clientes venderán por ti. Igual que la publicidad es más rentable que nunca, ahora hay medios que no existían, casi gratis, a tu alcance. El famoso social media te permitirá, con más horas de trabajo que presupuesto, conseguir que tus clientes satisfechos te recomienden y te lleven nuevos clientes.

Hay menos competencia. Otro de los efectos paradójicos de la crisis. Muchos negocios han cerrado por falta de financiación, o por mala gestión de la crisis, o por muchas razones que no necesariamente suponen que no haya mercado o clientes potenciales. Alguien que llega de nuevas, con ganas, ilusión, ideas diferentes y capital inicial, puede aprovecharse de la situación, y ocupar el hueco de mercado que ha dejado otro. Además de aprovechar los nuevos negocios que ahora son más necesarios, como los comercios de segunda mano, los talleres de reparación, y esas cosas que necesitamos cuando no podemos comprar algo nuevo más caro. Donde hay un problema, hay una oportunidad.

Hay más razones para lanzarse, como el mercado sin fronteras gracias a internet, pero la principal deben de ser tus ganas, porque no será fácil, pero una vez que lo pruebes, será difícil que quieras dar marcha atrás y volver al trabajo por cuenta ajena. Pero sobre todo, recuerda que lo difícil no es empreder algo, sino mantenerlo.

mantenerlo

 

Imagen: Creative Commons by Kevin Dooley Flickr

Kevin Dooley

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2025-01-16

 

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