La utilización de una protección craneal para los desplazamientos en bicicleta es algo que todavía no está muy interiorizado en nuestra sociedad, sobre todo si nos salimos del gremio profesional de las dos ruedas, de las bicis infantiles o de los deportistas habituales. Si aquí no nos ponemos el casco ni a tiros, imagínense en sitios menos acostumbrados donde los ciclistas se cuentan por millones, como en China o la India.
Las autoridades de este último país, alarmadas por el aumento de accidentes de los llamados “conductores de dos ruedas” (bicis, motos…) frente al creciente número de coches, han decidido hacer un llamamiento para conseguir la concienciación de las masas a usar caso. Difícil tarea, sin duda, en una Babilonia de razas y pareceres como es India.
Pragnesh Dudhaiya y Bhatt Aalok, dos estudiantes de la Universidad de Nirma, han recogido el guante y han pensado que para utilizar el casco de manera mayoritaria, habría que darle otra función diferente a la de proteger la sesera, que ya es mucho: han diseñado un casco que se duplica como un cargador de teléfono móvil.
Pragnesh y Aalok, estudiantes de último curso de ingeniería eléctrica, juntaron el casco con el cargador en tan sólo tres días, utilizando dos generadores de energía combinada: la eólica y la solar. El resultado es un tocado que carga el teléfono en sólo 40 minutos de viaje, en menos tiempo y con menor energía que un cargador convencional.
Los dos estudiantes han colocado tres interruptores en el casco, uno a cada uno de los lados y uno en la parte posterior. El interruptor de la derecha se conecta con las células solares y cuando se activa durante el día nutre al teléfono. Cuando está apagado, almacena la energía en una batería.
Por la noche, se puede encender el interruptor de la izquierda para utilizar la energía guardada para cargar el móvil, mientras que un pequeño y divertido ventilador situado en la parte delantera genera energía eólica con el movimiento, para los picos de potencia. Fotos Porno y actrices porno
Aunque los estudiantes buscan patentar su creación, prometiendo algunas mejoras estéticas, piensan que el casco no costará más de 15 euros, un precio diminuto a pagar por la seguridad, pero también por la comodidad y el ahorro de energía que supone el invento. Porque no sólo puede ayudar a salvar vidas:; también puede reducir la factura eléctrica del planeta por el mero hecho de cargar los miles de millones de teléfonos móviles con los que el mundo se comunica.
Es precisamente este factor ecológico uno de los que más enganchará a los usuarios occidentales. Si ya estás montando tu bici para ir a trabajar y así reducir el impacto ambiental, ¿por qué no dar un paso más y utilizar el viaje para cargar tus gadgets (aunque se te estropee el peinado)?
Fuente: Bangalore mirror
El casco te puede salvar la vida y, también, la cita con El pEluquero
La utilización de una protección craneal para los desplazamientos en bicicleta es algo que todavía no está muy interiorizado en nuestra sociedad, sobre tod
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2024-09-29
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