Del mismo modo que jamás pondrías anchoas con natillas entre pan y pan, hay músicos que jamás debieron haberse juntado para versionar canciones. Los duetos son una poligamia musical que en ocasiones tienen nefastos resultados; crímenes perpetrados por las discográficas y que el resto de la población sin problemas auditivitos está obligada a pagar.
Dolly Parton y Sylvester Stallone, David Bisbal y Miley Cyrus, Freddie Mercury y Montserrat Caballé, Luciano Pavarotti y las Spice Girls, Alaska y Sara Montiel al ritmo de Fangoria. ¿En qué demonios pensaba la gente cuando se les ocurrió semejante idea?
Dolly Parton y Sylvester Stallone
Canción: Sweet Lovin’ Friends (BSO de Rhinestone)
Año: 1984
Por qué jamás debió suceder: Un buen día alguien despertó de resaca y tuvo la etílica idea de que podía hacer cantar a Sylvester Stallone. Y sería para la película Rhinestone, junto a Dolly Parton. Simplemente fue un error. Ese hombre no puede cantar. De hecho fue nominada como “Peor canción original” para los Razzies de 1984.
Rhinestone
Tom Jones y Raphael
Canción: Ghostriders In The Sky
Por qué jamás debió suceder: Simplemente porque Raphael es Raphael y cualquier intento subirse al escenario y mezclar su peculiar forma de moverse y su voz con otro artista dará como resultado algo bastante marciano.
Luciano Pavarotti y las Spice Girls
Canción: Viva forever
Año: 1999
Por qué jamás debió suceder: Porque es totalmente insensato poner sobre el mismo escenario a las estrellas del pop del momento y a un gran tenor de la talla de Pavarotti. Porque el pop explosivo británico nunca ha sido su fuerte y porque tratar de amansar a las Spice Girls vistiéndolas de traje y dejándolas quietas paradas sobre el escenario no es una buena idea. Que dejen que cada uno campe a sus anchas por su planeta.
Kelly y Ozzy Osbourne
Canción: Changes
Año: 2003
Por qué jamás debió suceder: Los motivos saltan a la vista. Primero, porque a Ozzy hace ya un tiempo que debieron haberle vetado el acceso a cualquier escenario o estudio de grabación; y, segundo, porque el rollito padre e hija y la sosa balada (una pésima versión de la ya mala Changes de Black Sabbath) que cantan da bastante grima. Un mal intento de dar un empujón a la lastrada carrera musical de su hijita.
Alaska y Sara Montiel
Canción: Absolutamente
Año: 2009
Por qué jamás debió suceder: ElectroSara, TecnoMontiel… Demasiado para ese cuerpo que jamás debió adentrarse en terrenos tan pantanosos de la mano de Alaska y Fangoria, y menos a su edad. Este es un claro ejemplo de por qué hay artistas que jamás deben hacer incursiones en otros géneros musicales.
Davis Bisbal y Miley Cyrus
Canción: The Last Song
Año: 2010
Por qué jamás debió suceder: Sencillamente, porque ni Miley Cyrus ni David Bisbal jamás debieron suceder, musicalmente hablando. Porque hay cosas para las que uno no está preparado y menos si las pones juntas frente al micrófono. El aire latino de Bisbal no pega ni con cola con esa American teen idol Miley Cyrus aún incorrupta. ¿Podía haber sido peor? Sí, si la canción no hubiese sido una balada.Te recomendamos Viajes y turismo
Mick Jagger y David Bowie
Canción: Dancing in the Streets
Año: 1985
Por qué jamás debió suceder: Poner cara a cara frente al micrófono a dos pedazo de artistas como Jagger y Bowie es una idea genial. ¿Qué puede salir mal? Aparentemente nada. Hasta que vemos el videoclip de la canción: con esos bailecitos y el rollete raro que se traen entre los dos consiguen llegar al absurdo sin que sus brillantes carreras puedan protegerles de tal mal.
Freddie Mercury y Montserrat Caballé
Canción: Barcelona
Año: 1988
Por qué jamás debió suceder: Porque probablemente sea la actuación más extraña que se pudo ver en la década de los 80 en Barcelona. Dos grandes voces, sí señor; pero como la noche y el día, al igual que sus carismas sobre el escenario. Ninguno de los dos es capaz de salirse de su papel habitual; lo que da como resultado otro intento de juntar el tocino y la velocidad y pretender obtener algo glorioso.
Madonna y Britney Spears
Canción: Me Against the Music
Año: 2003
Por qué jamás debió suceder: En lugar de poner frente a los micrófonos a las reinas del pop de sus respectivas generaciones y ofrecer una actuación sin igual, ambas reinas son despojadas de sus tronos al caer en la vulgar lascivia. Pero, bueno, en eso consiste la música pop hoy en día, ¿no? Sencillamente, lo podían haberlo hecho muchísimo mejor. Una lástima.
Paul McCartney y Stevie Wonder
Canción: Ebony and Ivory
Año: 1982
Por qué jamás debió suceder: Y, cómo no; no se podía dejar fuera de la lista al que ha sido uno de los peores duetos de la historia del pop durante años según varias encuestas, pese a que en su día se mantuvo en el número 1 en las listas de EE.UU durante siete semanas. Una cursi y mediocre canción sobre integración racial que ha sido parodiada hasta la saciedad.
Bonus Track: El spot publicitario de la Lotería de Navidad (2013)
Bien, técnicamente no es un dueto, sino un quinteto; pero vale la pena mencionarlo como catástrofe musical en toda regla. David Bustamente, Marta Sanchez, Niña Pastori, Raphael y Montserrat Caballé ofrecen un espectáculo cursi y rancio a partes iguales y en cantidades industriales que ha revolucionado a la sociedad española y ha dejado para la posteridad un grandísimo repertorio de parodias.
Diez duetos que nunca deberían haber sucedidocooking ideas
Del mismo modo que jamás pondrías anchoas con natillas entre pan y pan, hay músicos que jamás debieron haberse juntado para versionar canciones. Los duetos
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2025-01-18











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