El primer consejo al que suelen recurrir los afortunados que a día de hoy se dedican al diseño de parques de atracciones es que, para alcanzar dicho puesto, lo primero que se debe de hacer es frecuentar estos divertidos lugares. Y la mayoría tiene un argumento de peso para afirmarlo: su propia experiencia. Luego llegarán la teoría y los conceptos técnicos, pero su capacidad para sorprender al público la han conseguido gracias a eso, precisamente, a ser parte del público. Puede sonar a tópico, pero en este caso la pasión personal es fundamental.
Si no, que se lo digan a David C. Cobb o Mike Aiello. El primero de ellos, que comenzó como guía en el parque Universal Studios Hollywood, es uno de los diseñadores de la compañía Thinkwell Group, una de las grandes empresa mundiales que se dedican a diseñar y poner en marcha parques temáticos de distinta índole, ya sea para visitar la biblioteca de Richard Nixon o para crear la recreación de un entorno nevado en pleno centro de la calurosa ciudad de Dubai, como lograron con Sky Dubai. Por su parte, Aiello empezó realizando numerosos trabajos menores en las instalaciones de Universal Orlando y acabó por convertirse en el director de los espectáculos que se realizan en el parque, tras conseguir que un directivo leyera un guión que él mismo había escrito.
No debemos olvidar que un parque temático es mucho más que un conjunto de atracciones. “No se trata sólo de las veces que montes en ellas: se trata del pegamento que une las atracciones y cómo involucrar a la gente en el mundo que aman”, apunta Dave Cobb. Es por ello que, al contrario de lo que podríamos pensar, en un parque temático hay que cuidar hasta el más mínimo detalle. Tanto es así que incluso los hay que prohíben una u otra vestimenta, para así no alterar el universo creado.
se trata del pegamento que une las atracciones y cómo involucrar a la gente en el mundo que aman”
De hecho, el propio Cobb vivió en sus propias carnes cómo una simple prenda de vestir podía cambiar la percepción que de alguien tenían los más pequeños que entraban en sus instalaciones. Tanto es así que, cuando visitaba el parque temático de Disney en Tokio, un niño se puso junto a él y le cogió de la mano porque, al ser un occidental y llevar una camiseta verde, el chico pensó que se trataba del mismísimo Peter Pan. No es de extrañar por tanto que haya algunos de estos recintos que prohíben que los adultos vayan disfrazados. En Florida, una chica fue expulsada por ir vestida como Campanilla.
el chico pensó que se trataba del mismísimo Peter Pan
No obstante, a la hora de diseñar los parques y las atracciones que los conforman, una pieza que consideran clave es que no esté dirigido exclusivamente a un público concreto. Es decir, desde el más fanático visitante de una determinada saga hasta el menos interesado en la misma, todos deben tener opción de divertirse en el mismo recinto.
Por ejemplo, con la alianza entre Nintendo y Universal para llevar algunos personajes de la firma nipona al parque del estudio cinematográfico en Osaka, Orlando y Hollywood, muchos podrían pensar que las nuevas atracciones estarán diseñadas pensando en los más ferviente seguidores de la compañía que dio vida a Mario Bros o Donkey Kong. Nada más lejos de la realidad. De ser así, a juicio de Dave Cobb, los responsables del diseño del mismo estarán cometiendo un grave error. “No puedo hacer una atracción que sea sólo para los jugadores de consolas, porque la audiencia sería demasiado pequeña”, apuntaba este experto.
Algo similar ocurriría en el caso del parque de atracciones de Harry Potter, The Wizarding World of Harry Potter, que se encuentra en el mapa de Universal Orlando. Aunque la audiencia del mago creado por J.K. Rowling es planetaria, si el creador de las atracciones solo pensara en ellos dejaría de lado a una parte importante de los posibles visitantes y los intereses que estos pudieran tener.
Este tipo de aspectos que cualquiera con poca experiencia en la materia pasaría por alto son los que diferencian a un gran diseñador de un parque de atracciones de uno mediocre. Otro factor que deben de controlar, y que los amantes de las montañas rusas siempre agradecen, es crear atracciones con la capacidad adecuada para el recinto en el que se encuentran. “Una buena atracción del parque temático tiene que mover 2000 personas por hora”, comenta Cobb. Así, las tediosas esperas y las interminables colas que debemos padecer en muchas ocasiones son culpa de un fallo de diseño.
Y para conseguir este propósito al que alude Dave Cobb, no pueden en ningún caso dejar de lado la seguridad de los visitantes. Ya no solo en las atracciones (y más concretamente en las montañas rusas, donde los diseñadores deben incrementar la dosis de riego sin escatimar lo más mínimo en el bienestar de quienes suban), sino en todos los rincones del parque. Dentro del guión operativo que planteen, y sin romper el argumento que hayan establecido, deberán establecer zonas para el descanso o lugares donde escapar del calor en los días más soleados.
¿Parques para todos los públicos?
Otro ejemplo es el DisneyWorld, el famoso y decano complejo creado en Orlando, Estados Unidos, que cuenta con cuatro parques temáticos: Magic Kingdom, Epcot, Disney’s Hollywood Studios y Disney Animal Kingdom. Sin embargo, en su momento hubo planificado un quinto parque. Se trataba de Dark Kingdom.
Este reino oscuro que jamás llegó a hacerse realidad era el que se había proyectado para que los villanos de Disney tuvieran su propio espacio. Quizás con un carácter menos familiar al que nos tienen acostumbrados el resto de recintos de la compañía, si en el centro de Magic Kingdom se alza el icónico castillo de Cenicienta, en este su sello de identidad no habría sido otro que el castillo de Maléfica. También incluía algunas atracciones como ‘Ursula, the Sea Witch’, una especie de atracción al más puro estilo ‘canguro’ de las ferias en la que la protagonista sería la malvada bruja de ‘La Sirenita’; o ‘Villain Mountain’, una terrorífica montaña rusa.
Quizás por tratarse de un proyecto costoso o quizás por ser una idea que se salía de la tónica general del resto del recinto, Dark Kingdom no pasó de ser una idea guardada en un cajón y se perdió la oportunidad de crear un parque para un público más aventurero, para amantes de peligrosas montañas rusas que acudirían en busca de adrenalina a lomos de atracciones mecánicas algo más arriesgadas que las habituales. Mazos del Hearthstone
No obstante, estos proyectos no son los únicos que Disney dejó aparcados después de estar presupuestados. De hecho, existe una larga lista de parques, complejos y atracciones que nunca se hicieron realidad en los dominios del ratón más famoso del mundo, que incluyen atracciones como ‘La barcaza de Tarón y el Caldero Mágico’, ‘El tren de Pesadilla antes de Navidad’ o incluso una atracción dedicada a ‘Alien’ . En el primer caso, Disney prefirió dedicar su espacio de terror a la película de Eddie Murphy ‘La mansión encantada’. En cuanto a la atracción de ‘Alien’, los directivos de la compañía cayeron en la cuenta de que pocos niños habrían visto la película y que sería mejor olvidarlo todo.
una larga lista de parques, complejos y atracciones que nunca se hicieron realidad
La tecnología, un gran aliado
A medida que avanzan los tiempos, las nuevas tecnologías que surgen y que lo acaban impregnando todo acaban por llegar también al terreno del diseño de parques de atracciones. Pese a que existen quienes aún se resisten a las nuevas herramientas que tratan de facilitarles su labor, no dejan pasar la ocasión de utilizar ciertos dispositivos para llevar un paso más allá la experiencia de los visitantes. Por ejemplo, la realidad virtual se está implementando en algunas montañas rusas para hacer aún más alucinante la vivencia de los amantes de las emociones fuertes.
se resisten a las nuevas herramientas que tratan de facilitarles su labor
Una de las atracciones más esperadas en el parque de atracciones que planea construir Nintendo no es otra que aquella que estará dedicada a Mario Kart, uno de los juegos protagonizados por el fontanero italiano, en esta ocasión sobre cuatro ruedas. Para lograrlo, Dave Cobb plantea cuál es la mejor opción y señala que, quizá, unas gafas de realidad virtual sean la solución más idónea para que el espectador se sienta como si estuviera dentro del juego.
Sea como sea, lo cierto es que generación tras generación habrá pequeños a los que les preguntarán qué quieren ser de mayores y a buen seguro que más de uno responderá que diseñador de atracciones de algún parque temático. De hecho, muchos darían la misma respuesta entrados ya en años si les pirra descargar adrenalina y vivir nuevas experiencias, ya sea a bordo de una montaña rusa o adentrándose en aquellos mundos de ficción que habían conocido a través de un libro o una película. Sin embargo, son pocos los que pueden presumir de ganarse el pan con esta labor profesional, tan divertida como especializada.
Con información de Thinkwell Group, Nintendo, Inside The Magic y Waypoint. Las imágenes de este artículo son propiedad de Katja Hasselkus, FF16 y SteveSewell
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Diseñador de parques de atracciones: una de las mejores profesiones del mundo
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2025-01-07
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