Del brote a la vigilancia: así se han logrado reducir los casos de virus del Nilo Occidental en España

En las últimas semanas, el virus del Nilo Occidental ha reaparecido en las noticias españolas. Las comunidades de Andalucía y Extremadura han reportado nuevas infecciones en personas, varios pueblos se encuentran en situación de alerta y se han producido cuatro fallecimientos.

Evolución de los casos

A pesar de que el virus continúa presente, el escenario actual difiere notablemente del año 2024, cuando España alcanzó 158 contagios, la cantidad más elevada desde su identificación inicial en el territorio nacional. En el presente año, las infecciones apenas sobrepasan la veintena. ¿A qué se debe esta variación? La explicación reside en los sistemas de seguimiento y medidas preventivas.

Mecanismo de transmisión

El virus se propaga mediante la picadura de mosquitos Culex, que actúan como portadores del patógeno entre las aves -su principal hospedador- y otras especies. Solamente se requiere una picadura "accidental" para que el virus alcance a equinos o seres humanos.

Manifestaciones clínicas

La mayor parte de los individuos contagiados no desarrolla síntomas o experimenta manifestaciones leves parecidas a las de la gripe. No obstante, en menos del 1% de las situaciones puede comprometer el sistema nervioso, provocando meningitis, encefalitis o, en casos extremos, el deceso.

Contexto europeo y factores ambientales

En los últimos tiempos, se ha establecido como un virus endémico en Europa, particularmente en la región mediterránea. El incremento de las temperaturas, los inviernos templados y los veranos prolongados han generado el ambiente propicio para los mosquitos Culex. España, con sus extensas áreas húmedas y clima cálido, presenta las condiciones óptimas para su diseminación.

Cronología de la enfermedad en España

• 2010: Primeros casos humanos registrados en la provincia de Cádiz
• Prácticamente una década: La enfermedad se mantuvo en niveles reducidos
• 2020: Ocurrió un brote sin precedentes con 77 casos, principalmente en Andalucía y Extremadura
• Desde entonces: El virus ha persistido en el territorio

En los años posteriores, la circulación viral presentó fluctuaciones. Como mencionábamos anteriormente, en 2024 se reportaron 158 infecciones humanas, junto con casos en aves y caballos en diversas provincias. Sin embargo, este año el escenario ha variado: hasta el 27 de octubre de 2025 se han verificado aproximadamente 27 contagios humanos, focalizados en Extremadura, y un caso leve en Andalucía, identificado mediante seguimiento activo. Además, en esta última comunidad se ha confirmado circulación viral en mosquitos del valle del Guadalquivir, en localidades como Coria del Río, Gerena o Villamanrique de la Condesa.

Sistemas de vigilancia implementados

La disminución de casos refleja un monitoreo continuo y una coordinación mejorada entre las autoridades sanitarias, veterinarias y ambientales.

Tras los brotes de 2020, Andalucía implementó el Programa de Vigilancia del Virus del Nilo Occidental, una iniciativa pionera que integra:

• Control entomológico
• Seguimiento veterinario
• Vigilancia epidemiológica

Este programa utiliza trampas para capturar mosquitos, examina aves silvestres y caballos, y activa alertas cuando se identifica circulación viral. De esta manera, las autoridades pueden intervenir mediante:

• Fumigaciones selectivas
• Eliminación de criaderos
• Campañas informativas

Expansión nacional del programa

El modelo andaluz ha demostrado tal eficacia que en 2025 se ha extendido a todo el país a través del Programa Nacional de Vigilancia de la Fiebre del Nilo Occidental, coordinado por los ministerios de Agricultura y Sanidad. Extremadura, por ejemplo, ha intensificado la colocación de trampas en humedales del río Guadiana, lo que ha posibilitado identificar mosquitos portadores y restringir el riesgo de transmisión.

El resultado es evidente: menos contagios, menos fallecimientos y una respuesta más ágil ante los primeros indicios del virus.

Participación ciudadana

La vigilancia institucional no funciona sin la colaboración de la población. Las comunidades afectadas han impulsado campañas con medidas sencillas:

• Eliminar agua estancada
• Mantener limpios los bebederos de animales
• Utilizar repelentes
• Instalar mosquiteras

Aunque puedan parecer acciones menores, su repercusión es significativa. Reducir los lugares de reproducción de mosquitos limita su población y, consecuentemente, la probabilidad de transmisión. En Andalucía, la mayor concienciación ciudadana ha sido fundamental para consolidar los positivos resultados de 2025.

Porque la prevención comienza en el hogar. Los mosquitos Culex no se desplazan grandes distancias: generalmente se reproducen a menos de dos kilómetros de su lugar de origen. Cada intervención local tiene un efecto directo en la protección de toda la comunidad.

Lecciones y perspectivas futuras

El caso del virus del Nilo Occidental representa también una advertencia sobre los retos del cambio climático. Las modificaciones en temperatura y precipitaciones están ampliando la distribución de mosquitos vectores en Europa, favoreciendo la emergencia de otros virus como el dengue o el chikungunya.

La experiencia española proporciona una enseñanza valiosa: la identificación temprana y la coordinación interadministrativa constituyen la mejor protección frente a estas amenazas emergentes. Pero la vigilancia no puede disminuir. El virus del Nilo no ha desaparecido, simplemente se encuentra mejor controlado.

España ha transitado del brote a la vigilancia, y esto establece la diferencia entre responder tardíamente o prevenir oportunamente. Mantener este equilibrio dependerá de que la ciencia, las instituciones y la ciudadanía continúen colaborando para contener un virus que, aunque estacional, ha llegado para permanecer.