El término “intocables” remite inexorablemente al longevo sistema de castas de la India. Sin embargo, Japón tiene su propia casta de intocables, llamados “Buraku”, formada por 3 millones de personas. Aunque los baraku no se distinguen física o racialmente del resto de los japoneses lo cierto es que son discriminados e incluso viven en barriadas especiales. El año pasado Google la lió parda al incluir en Google Maps una serie de mapas históricos de Japón en los que se identifican los poblados de los buraku, desvelando la identidad de muchos de ellos.
incluir en Google Maps una serie de mapas históricos de Japón
El sistema de castas japonés se origina en el siglo XVII, durante la era Tokugawa, que duró hasta finales del siglo XIX. En aquel período arraigó un sistema de castas de cinco niveles, en los que los samurais estaban en la cúspide, seguidos por los granjeros, en tanto la parte más baja de la pirámide la ocupaban los que se dedicaban a “trabajos impuros”, incluyendo a los sepultureros, los carniceros y los curtidores, empleos todos ellos relacionados con la muerte. Los japoneses tenían prohibido comer carne pero los “eta” estaban eximidos de la prohibición.
Dentro de los buraku también había clases: los “eta” (basura extrema) y los “hinin” (inhumanos), categoría que englobaba a vagabundos, barrenderos y gente de la farándula, como músicos y actores.
Según señala Bovolo en un interesante artículo sobre los buraku,
Estos oficios eran mal vistos debido a la prohibición de matar del budismo y a la noción de “impureza” que la religión sintoísta aplicaba a estos oficios que trataban con cadáveres o sangre.
mal vistos
impureza
Los buraku estaban obligados a vivir en guetos para evitar el contacto con las castas más altas. Para hacerse una idea del desdén de las clases pudientes hacia los intocables japoneses valga la sentencia de un magistrado en 1859, que establecía el valor de la vida de un buraku en “1/7 de una persona normal”, según relata Bovolo.
Aunque la restauración Meiji, en 1871, supuso un cierto alivio para los miembros de la casta, lo cierto es que la discriminación hacia los buraku por sus compatriotas no ha cesado aun hoy en día. Un informe de la ONU fechado en 2000 llama la atención al gobierno japonés por la inexistencia de legislación que derogue la discriminación explícita de los burakumin. Tal es así que los propios intocables están agrupados en la Liga de Liberación de los Buraku, nacida en 1922 para luchar contra la discriminación de la minoría y mejorar las condiciones de vida en las zonas Buraku. Guia y trucos de Tiktok
informe de la ONU fechado en 2000
Las condiciones de la minoría en la actualidad (1996) son las siguientes, según el investigador del CSIC Josep Martí,
Hoy día, ser burakumin continúa siendo un estigma social. La idea de impureza asociada a la antigua población eta tiene todavía una cierta vigencia. Esto se pone claramente de manifiesto en los prejuicios contra los burakumin que existen en la sociedad japonesa y que fundamentan su injusta discriminación.
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Visto en “Pepino torcido”, biografía del maestro zen Shrunyu Suzuki. Más información en Cabovolo.
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Buraku, los intocables de japón
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2024-11-08
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