En el mundo, existen diversas formas de saludarse que van más allá de la palabra. Dar un abrazo o un par de besos en las mejillas son algunos de los gestos que empleamos cuando vemos a un amigo o nos reunimos con alguien que acabamos de conocer.
Señas, eso sí, que varían dependiendo de la cultura en la que nos encontremos. Es el caso de Nueva Zelanda, donde para decir hola los hombres maoríes se frotan la nariz; o Etiopía, país en el que el saludo consiste en un toque de hombros. Mientras que en los países asiáticos resulta una falta de educación no hacer una reverencia antes del comienzo de una reunión.
Hay uno, sin embargo, que se repite en muchas partes del globo. Lo vemos cada vez que dos empresarios cierran un acuerdo comercial o cuando un jefe de estado recibe a otro en la casa presidencial. Hablamos del apretón de manos, un gesto tan antiguo como la mismísima civilización.
Hace más de cinco mil años, los egipcios ya utilizaban la imagen de dos manos estrechándose en sus jeroglíficos para mostrar los acuerdos entre hombres y dioses. Mil años después, los babilonios lo emplearon como señal de sumisión ante la estatua del dios Marduk, la máxima deidad de la civilización mesopotámica. Fue el imperio de Asiria el que acabó propagando el gesto por todo el Medio Oriente tras haber conquistado Babilonia y adoptado las costumbres del lugar.
los egipcios ya utilizaban la imagen de dos manos estrechándose
El apretón de manos también estuvo presente en Occidente. Aunque de una forma y con un sentido algo distintos: en lugar de estrechar la mano derecha, griegos y romanos se cogían de la muñeca para indicar que venían en son de paz.
En Grecia, el origen de este saludo hay que localizarlo en los primeros años de dicha civilización, cuando en los caminos desérticos dos personas se cruzaban. Primero, sacaban la daga para ver la reacción del contrario y si nadie parecía tener la intención de atacar, se acercaban y se agarraban de la muñeca derecha, en señal de que nadie iba a apuñalar a nadie.
El gesto no pasó de moda y continuó dándose en la Edad Media. En esta ocasión, eran los señores feudales con espada al cinto los que se saludaban con un apretón de manos. Pero, como en el caso de los griegos, más que un saludo amistoso era una forma de asegurarse de que el contrario no iba a sacar el acero.
Durante la época victoriana, los apretones de manos también fueron frecuentes. Siempre, eso sí, entre varones, porque en la Gran Bretaña del siglo XIX el roce de manos entre hombres y mujeres tenía connotaciones que iban más allá de la simple cortesía. Como explica la historiadora británica Penelope J. Corfield, “en esta época, los hombres y las mujeres que no tenían relación, normalmente, no se tocarían las manos como forma de saludo. Pero, por supuesto, los amantes podrían hacerlo, Un mero roce era algo tan poderoso cuando también raro”.
Como explica la historiadora británica Penelope J. Corfield
La llegada del siglo XX trajo consigo la normalización del gesto, aunque en esta ocasión, sólo los hombres de clase media solían saludar así. La clase alta continuaba con la vetusta reverencia y los obreros lo evitaban para no manchar las manos a la persona con la que se saludaban. A partir de la década de los setenta, el apretón de manos ya era una realidad para todos.
La señal de cortesía ha sido protagonista de numerosas escenas a lo largo de la historia. No hay nada más que nombrar el apretón de manos entre el ex presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, y el líder chino Mao Zedong en 1972 considerado como uno de los más importantes. O el de Ronald Reagan con el último presidente de la Unión Soviética, Mijail Gorbatchov, cuyo apretón de manos marcó el final de la Guerra Fría.
La señal de cortesía ha sido protagonista de numerosas escenas a lo largo de la historia
Hoy en día, a esta señal de cortesía le ha salido un competidor. Conocido como el ‘fist bump’ en inglés, el toque de puños se ha convertido en la preferencia para el 49% de los estadounidenses, que no les entusiasma la idea de coger bacterias o estrechar una mano sudada. Aún así, el apretón continúa siendo el saludo oficial en multitud de encuentros políticos y comerciales, y aunque ya se ha visto a Barack Obama haciendo ‘fist bumping’, aún queda mucho para ver a Angela Merkel dando el puño. O no… Fotos Porno y actrices porno
el toque de puños se ha convertido en la preferencia para el 49% de los estadounidenses
Con información de Penelope J. Corfield , Anfrix, Deep English, PR News Wire, Temple Study y OEM
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Breve historia del apretón de manos: del antiguo egipto al final de la guerra fría
En el mundo, existen diversas formas de saludarse que van más allá de la palabra. Dar un abrazo o un par de besos en las mejillas son algunos de los gestos q
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2024-10-30
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