Me llama un amigo y me pregunta: “Oye Jota, ¿tú, que sabes del Personal Branding?“
Oye Jota, ¿tú, que sabes del Personal Branding?
La conversación promete, y respondo: “Yo creo que es una mala traducción de la Defensa Personal de toda la vida. Pero en Twitter. ¿Por qué lo preguntas?“
Yo creo que es una mala traducción de la Defensa Personal de toda la vida. Pero en Twitter. ¿Por qué lo preguntas?
Mi amigo es alguien a quien podemos considerar famoso. Aparece con frecuencia en televisión, tiene publicaciones editadas y trabaja para varias marcas en temas de comunicación. Pese a tener un nombre más allá de su entorno, ahora parece interesado en eso de la Marca Personal, así que insisto en preguntarle la razón, y me responde:
-“Ayer me escribió un experto a través de Twitter para decirme que lo estaba haciendo muy mal y que si quería algunos consejos“.
Ayer me escribió un experto a través de Twitter para decirme que lo estaba haciendo muy mal y que si quería algunos consejos
-“¿Un experto? ¿Pero le conoces de algo? ¿Le preguntaste?”
¿Un experto? ¿Pero le conoces de algo? ¿Le preguntaste?”
-“No le conozco de nada” -Respondió.
No le conozco de nada
Lo dicho, lo que habrá que aprender a partir de ahora es Defensa Personal Digital…
Parece ser que ni corto no perezoso, al gurú de turno le pareció conveniente regalar sus conocimientos a cualquiera que él considerase necesitado. Sin duda, su gran audiencia, curiosamente menor en followers que la de mi amigo, le estaba dando los súper poderes necesarios para salvar al mundo. Me intriga y le pregunto quién es. Cuando me dice el nombre, no le conozco de nada. Probablemente, gracias a esta conversación, seamos las dos únicas personas que hablan de él en esos momentos, pero eso no quita para que él se considere un experto.
Sus consejos eran, entre otros, que no contara tanto sus éxitos, que resultaba cansino. A lo que yo le respondería, que para contar éxitos, hay que tenerlos, cosa que aquel gurú aún no había conocido. Normal que tenga que construirse su marca personal, incluso puerta a puerta, o tuit a tuit. (Es posible que él buscase un Tête à Tête, pero esa es otra historia).
Entonces, una vez más, voy y me cabreo. Porque luego dicen que tengo malas pulgas, pero es que el patio es para barrerlo, echar zotal, y no volver en un mes.
Nos quieren convencer, quienes viven de ello, de que somos marcas. Y no lo somos. Somos personas. Estaría bueno, que en pleno debate sobre si la publicidad ha muerto, si nos manipula, si vivimos en una sociedad consumista y el mercado es el demonio, resultase que las personas de toda la vida fuéramos ahora productos. Mercancía.
La marca personal es marca. Punto. Los gurús aplican las reglas básicas del coaching, de la inteligencia emocional y del marketing de toda la vida para escribir libros, dar conferencias y crearse una marca de ellos mismos. Y si eres un profesional liberal, artista o similar, está claro que una parte de tu vida, es venderte a ti mismo. En ese caso, necesitas técnicas de marketing y considerar tu nombre, una marca. Pero el resto de personas, si son eso, personas, solo necesitan ser buenos profesionales, y honestos. Fotos Porno y actrices porno
Lo que me preocupa, es que en este mundo digital a lo Show de Truman, nos estemos volviendo todos un poco locos. Que no solo nos estemos convirtiendo en personajes de nosotros mismos, sino que nos permitamos el lujo de considerar a los demás, otros personajes de un juego, en el que podemos decirles cuando nos de la gana lo que nos parezca. Porque si podemos criticar a las marcas en redes sociales, y a las personas las consideramos marcas, podemos hacer lo mismo ¿verdad?
Así, invadimos su espacio vital sin pudor. Sin ningún tipo de respeto, como haríamos en la calle. Los manuales de protocolo hablan del “contacto físico social”. De cómo no es aceptable acercarse más de un metro a alguien porque le agobias, o tocar la piel de otro más arriba del codo, porque se puede considerar mal. Pero en internet, si alguien descubre tu correo Gmail, aunque no te conozca personalmente se puede atrever a comenzar un chat en GTalk de improviso, sin pensar si interrumpe o si lo considerarás invasivo. O te enviará mensajes privados en cualquier perfil para decirte que haces mal tu trabajo, aunque a todas luces, él lo haga mucho peor que tú.
contacto físico social”
A veces creo que nos estamos volviendo locos, volando sobre el nido del cuco, pensando que las personas son avatares, que las relaciones son juegos, que podemos creer que nuestras vidas son lo que contamos de ellas, olvidando que la realidad, la oculta, la oscura, rara vez la contamos como es. Y encima, nos permitimos el lujo de opinar sobre los demás.
Empiezo a envidiar a quienes en pleno 2012 aún no tienen ni perfiles en redes sociales ni hasta mail, aunque haya quien piense, que si no tienes Facebook es que tienes algo que ocultar y eres peligroso. ¿Estamos todos locos o qué? Os juro que conozco gente así, en mi misma familia, y son felices. No tiene que dar explicaciones, no les invade nadie, no se inventan su vida ni se crean una marca. Son lo que son, no lo que dicen ser. Y cuando quieren saber algo de alguien, le llama por teléfono. ¿Te acuerdas?.
tienes algo que ocultar y eres peligroso
Imagen: CC Flickr by West Point
Alguien voló sobre el nido de twitter
Oye Jota, ¿tú, que sabes del Personal Branding? Me llama un amigo y me pregunta: “Oye Jota, ¿tú, que sabes del Personal Branding?“ Me llama un amigo y
comodibujar
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2024-10-30
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