Hace 20 años, las zapatillas más deseadas por todo el mundo eran las famosísimas ‘Reebok The Pump‘, con su botón para inflar las lengüetas La mayoría tuvimos que conformarnos con unas J’Jayber de suela gorda, pero si nos hubieran hablado de lo que hoy se conoce como “zapatillas inteligentes”, hubieran sustituido en nuestros sueños a las hinchables de Reebok.
Y es que ni los más geek de la época habían visto un concepto así: calzado que se podía conectar a un ordenador con cables. Obviamente, no a nuestros entrañables Spectrum, sino a los Apple de la época. Un concepto que parecía ciencia ficción, pero que llevaron a la práctica tanto Adidas como Puma.
Los chicos de Adidas fueron uno de los pioneros al lanzar las ‘Micro Pacer‘. La idea: “zapatillas con un ordenador incluido”. La informática estaba de moda y se afirmaba sin tapujos que “el futuro estaba en los ordenadores”, así que trataron de aprovechar un poco esta moda. Este calzado incluía un sensor en la punta que recogía cuando el dedo gordo hacía más presión, tras posar el pie en el suelo al dar un paso en carrera; y así lo contabilizaba como un paso.
El resultado podía verse en un pequeño marcador de LCD en la lengüeta de la zapatilla, y nos incluía la distancia recorrida (teóricamente) y las calorías quemadas. Por si fuera poco, hasta tenía un pequeño bolsillo para llevar la llaves o algo de cambio mientras corría.
Lanzadas en un tono plateado futurista coincidiendo con las olimpiadas de Los Ángeles ’84, fueron un fracaso y apenas se produjeron unos 50.000 pares durante dos años. Eso sí: en 2001 se creó una reedición para coleccionistas: las ‘Micro Pacer’ se habían convertido en un simpático producto vintage para modernos y nostálgicos.
El concepto detrás de las ‘Puma RS Computer’ era similar, pero la ejecución bien distinta. En 1986, Puma quiso presumir de ser la más moderna con unas zapatillas que incorporaban una compartimiento con una batería, y que podían conectarse con un cable a nuestro ordenador.
“¿Y para qué diantres servía aquello?”, os podéis preguntar. Resulta que las RS Computer llevaban un podómetro, un aparato para contabilizar los pasos realizados, y esos datos podían ser descargados a nuestro Apple II o Commodore 64 para consultar cuantos kilómetros habíamos corrido en nuestra sesión de footing.
Al comprar el producto se nos adjuntaba un disco de 5 1/4 que incluía un programa para organizar nuestro programa de ejercicio, con el que poder interpretar los datos, fijar objetivos mensuales, y comparar las distancias recorridas cada día y cada año. Además, nos permitía recalibrar los zapatos realizando unas 15 carreritas, para poder registrar mejor nuestro ritmo al correr.
Además de ser bastante feos y con ese molesto tope en el talón, tampoco eran baratas: unos 200 dólares de la época, una barbaridad por unas “tenis” que, eso sí, eran el futuro. Salvo que… no lo eran. Nuestro calzado sigue sin incluir microchips, y apenas se fabricaron unas 100.000 unidades a lo largo de unos 4 años.
Nike declaró en alguna ocasión que tenían planes para lanzar algún tipo de zapatilla-computadora similar al mercado. Pero los resultados obtenidos por los modelos que os presentamos congelaron el proyecto. Parece ser que, sencillamente, no es necesario poner microchips en absolutamente todas las cosas de la vida cotidiana. ¡De momento!
Fuentes: 30 years before, fashiotech y digibarn
Adelantadas a su tiempo: los albores de las 'zapatillas tecnológicas'
Hace 20 años, las zapatillas más deseadas por todo el mundo eran las famosísimas ‘Reebok The Pump‘, con su botón para inflar las lengüetas La mayoría
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2024-12-25
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